El guerrero juega en su jaula,
con su espada se mueve, crece,
choca contra la sabia,
la corteza punzante.
Reflexión tienes, caminar debes,
recorrer los jardines musgosos,
encontrar la hoja amarilla,
quebrada.
Sube; escucha la cascada,
huele las piedras,
devuelve la sabia,
cuaja la pureza, ve
arriba.
Roza la escala, sé izquierda
luego derecha, levanta, persigue,
lanza corteza y baja las almendras
negras.
Arrodíllate, canicas sonoras,
mira; el búho te mira,
rufián melancólico;
gran sabio serás.
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