El deportista más importante del país llama a una sorpresiva conferencia de prensa a pito de nada, como sigue siendo un personaje respetado, famoso y aclamado por las masas, la sala se llena inmediatamente de cámaras y periodistas ansiosos las razones del deportista para llamar a tal evento inesperado.

Entra el deportista, flashes fotográficos por miles.

El deportista se sienta en una mesa con mantel azul y con toneladas de micrófonos que lo apuntan, se prepara para hablar, se hace el silencio en la sala, toma agua y habla con seguridad.

-Soy tonto ¿y que? Tengo más plata que todos ustedes juntos e incluso podría asegurar que soy más feliz que la mayoría de todo el país.

Un periodista intelectual entre lágrima consulta.
-¿Eso es todo?
-Si - Afirma el deportista.
Se arma un llanto general en la sala con todos los cientos de participantes llorando a gritos, la transmisión era en vivo, el país entero llora, desde sus casas, en sus sillones delante de sus televisiones.

El deportista se levanta, se retira de la sala y caminando hacia su lujoso auto, su celular suena, es su famosa polola modelo internacional.
- Ya lo entiendo- dice ella -los coeficientes intelectuales menores se atraen, esa es la dinámica de porque estamos juntos.
- Si- dice él -Es como Limp Bizquit con sus fans. Pero que importa. Nunca debimos darnos cuenta.