La vida, no es mas que las manifestaciones casuales de la voluntad de las olas, que continuamente están cambiando el curso de todas las inesperadas pequeñeces, frustrando los mas interesantes, impecables e impresionantes sueños de poder, ambición y deseo; sin embargo, que sería de la vida misma sin aquellas mínimas vacilaciones en el movimiento de las mareas subacuaticas, que han acompañado toda una historia de aromas agridulces, en donde la extinción, la ruina y la tristeza, nunca han logrado impregnar de sangre las mas grandes hazañas, llenas de sonrisas perennes, y gritos de triunfo y libertad adornando los sueños corrientes de mi lado humano. Así, estas pequeñas olas, que junto a la brisa marina logran crear un mundo dominado por una sinfonía musical tocada suave y magistralmente, por finos hilos dorados solo posibles en la mágica invención, de una mente asombrada por la belleza y la perfección de toda la creación natural intangible, que dibujada sobre un concierto, toma sus notas mas dulces de los colores escritos en los ríos cristalinos y en el silencio del tiempo, solo puede dejarse volar en la imaginación de aquellos que lograron descubrir el secreto de la verdadera felicidad, escondida miles de años en la sabiduría inteligible de las risas atrapadas en sabores y olores de partículas estelares, disipadas en las estrellas mas cercanas al cielo nocturno, encantado por una luna llena que sale del horizonte vertical creado en la misteriosa época de los días de soledad y lamento.
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