TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Alexandra_Riera / Tortura de Malasia (Captiulos 1 - 2 - 3 - 4 )

[C:126266]

Tortura de Malasia
© 2005 Alexandra Riera


Capitulo 1

Una tarde Mambo estaba jugando con sus amigos enfrente de la casa de sus tíos donde pasaba unos días, cuando sus amigos le propusieron hacerle la tortura de Malasia.

“No sabia que los de mi propio país eran torturados.” Les dijo.

“Sí, sí. Venga, ya veras como te partes en dos” le contestó uno de los amigos.

Y así fue. Mambo se partió en dos y luego mandó una foto a sus padres.

El cartero se encargaría de llevar la carta con la foto a sus padres.

Chacha, el perro de Mambo, esperaba escondido detrás de un cubo al cartero como de costumbre y cuando por fin llegó la bicicleta con el hombrecillo de camiseta amarilla, le saltó encima para coger la carta.

Tigre, el gato que hasta ese momento había estado observando a Chacha desde la verja, se abalanzó sobre el cartero para hacer lo mismo.

El señor cartero a duras penas pudo echar la carta al buzón antes de que perro y gato se lo comiesen.

Mientras Chacha y Tigre se peleaban entre ellos por llegar al buzón, un mono les observaba desde una palmera cercana.

El mono debió pensar que habían bananas para repartir y sin pensarlo mucho se bajó para acercarse hasta el buzón.

Dio la casualidad que por allí pasaba un turista japonés con una cámara muy especial,. Una cámara que se comía los objetos. El turista no se lo pensó dos veces. Ese era un mono muy bonito; y le tomó una foto. Cuando disparó su cámara, el mono desapareció. Se lo había metido en la cámara.

(263 words)


Capitulo 2

El perro y el gato salieron despavoridos al ver el flash, y huyeron a casa donde despertaron a Pembro que se había quedado dormido en el sofá.

“Menudo escándalo arman estos bichos.” Dijo Pembro, en voz alta mientras se levantaba. Justo recordó que tenía que pasar por la tienda.

Una vez en la tienda, Pembro compró todo lo que la hacía falta y cuando fue a pagar resultó que no tenía dinero.

“Pero si tengo dinero” le dijo al cajero.

“Sí. Usted tendrá dinero, pero aquí no lo tiene y si no lo tiene aquí y ahora, olvídese de llevarse la compra sin pagar” le contestó el cajero de mala gana.

Pembro no tuvo mas remedio que dejar la compra y volver a casa a por el dinero.

Cuando llegó a casa se dio cuenta de que se había dejado la cartera con las llaves en la tienda y tuvo que volver.

De nuevo en la tienda, Pembro, se fue a ver al cajero que le atendió y le preguntó si había visto su cartera.

“No. Yo no he visto nada.” Le contestó el cajero. “Pero si quiere, podemos llamar al barrendero. A lo mejor la ha visto.”

El barrendero de la tienda ya se había marchado a su casa y tuvieron que llamarle por teléfono.

“Yo barrí todo lo que había por ahí. Hoy, precisamente había mucha porquería por el suelo, ¿sabe?” les decía el barrendero por teléfono.

“Sí, sí, eso ya lo sé” le interrumpió el cajero, “¿pero que hiciste con la basura?”

“La tiré toda a los contenedores de basura que hay fuera”.

Pembro y el cajero de la tienda salieron a ver los contenedores de basura que resultaron estar vacíos. El camión ya había pasado.

Tuvieron que llamar al ayuntamiento para que les dijeran donde iba a parar toda la basura.

(305 words)


Capitulo 3


Pembro tuvo que caminar durante horas hasta llegar al vertedero ya que no tenía dinero ni para el autobús.

El vertedero era un lugar lleno de montañas apestosas. Se puso un pinza en la nariz y un pañuelo para acubrirse la boca; y después de mucho andar, escarbar y buscar, encontró su cartera pegada a un trozo de hoja de lechuga. Por fin tenía su cartera.

Como ya era demasiado tarde para volver a la tienda, se fue derecho a casa, donde se duchó y se fue a dormir. Durmió durante dos días seguidos.

El timbre del teléfono le despertó. Era Amanda, su esposa, que le llamaba desde casa de su hermana.

“¡Hola cariño! Cómo os va?” Le preguntó Pembro.

“Muy bien. ¿has recibido la carta con la foto que te mandó Mambo?”

“No se. No he mirado el correo. Espera un segundo.” Dejó el teléfono sobre la mesa y se fue a mirar el correo. Mientras volvía al teléfono, abrió la carta y vio la foto de su hijo partida en dos. No entendía nada. “Sí, la recibí, pero no entiendo nada.”

Amanda le explicó que a Mambo le habían echo la tortura de Malasia y que como se había partido en dos, decidió hacerse una foto partida en dos y mandarla a casa como recuerdo. “Bueno, cariño, volvemos a casa mañana por la tarde con una sorpresa. Nos vemos.” Y con un beso se despidió de su marido.

(241 words)


Capitulo 4


Cuando Pembro oyó llegar a su esposa y a su hijo a casa, salió junto con Chacha y Tigre a darles la bienvenida. Cada uno lo hizo a su manera. Pembro con abrazos, Chacha con ladridos y saltos; y Tigre sentándose en la puerta de casa.

“Papá, deja que te presente a mi novia” Le dijo Mambo mientras señalaba una bella muchacha que había detrás de él. “Esta es Muratzu”.

La novia era japonesa.

Muratzu se quedó en casa de Mambo unos días hasta que llegaran su padres para que todos pudiesen conocerse. Todas las noches salían todos juntos a pasear; y en uno de eso paseos, Pembro no pudo resistirlo más y le preguntó a su hijo: “¿Qué es eso de la tortura de Malasia?, Que yo sepa, aquí no se tortura a nadie.”

Mambo se quedó sorprendido y le contestó a su padre: “Se cogen unas cuantas espigas de trigo, se les ata el tallo y con la parte de arriba se le hace cosquillas a alguien. ¡Yo me reí tanto que me partí en dos! ¿No te lo han hecho nunca?”

Pembro contestó que nunca había oído que a ese juego de cosquillas se le llamase tortura. “Los tiempos cambian, y los nombres también.” Le dijo.

A los pocos días, llegaron los padres de Muratzu y cuando Chacha, el perro de Mambo, vio llegar al mismo turista japonés que se había tragado al mono, se le lanzó encima y se tragó la cámara antes de que la cámara se lo tragase a él.

Para calmar a su futuro suegro, Mambo le propuso hacerle la tortura de Malasia.

“¡No he venido aquí a que me torturen!” Contestó enfadado.

“Sí, sí. Venga, ya verá como se parte en dos” le garantizó Mambo.


(293 palabras)

(total words: 1102)
© 2005 Alexandra Riera


FIN

Texto agregado el 29-07-2005, y leído por 455 visitantes. (10 votos)


Lectores Opinan
13-05-2006 jajajajaja...Realmente divertido y creativo...Todas mis estrellas***** gonzoyar
04-08-2005 Estrellas de felicitación y admiración (no es fácil escribir para niños siendo un adulto). Saludos, que venga el próximo. duckfeet
31-07-2005 un cuento muy original, y me he reído mucho con él , todas mis estrellas corazonpartio
31-07-2005 Este cuento es muy raro. Tiene buena fluidez pero no me deja de parecer extraño... tiene elementos "exoticos" muy bien colocados.... en otras palabras, me gustó. felicidades mis *'s ichtus
30-07-2005 He leido tu bonito cuento te djo mis estrellas espero que te guien como las de Belen hasta el próximo cuento.***** Goyo
29-07-2005 jajajaja!!, me gustó demasiado, es muy original, entretenido, simpático.. tiene de todo.. jajaja los nombres raros todo.. muy buen texto te felicito!!. millones de estrellas. mateoroquesk
29-07-2005 un cuentito bonito, con lenguaje para que lo entiendan os pequeños, muy bueno ***** curiche
29-07-2005 Me gusto, un cuento sencillo, facil de leer y bien narrado. Felicidades! HoneyRocio
29-07-2005 Te expresas con un lenguaje sencillo, el cuento tiene una muy buena narrativa, además que es muy original, es un bello cuento que no solo lo disfruta un niño sino todo el que lo lee. Te felicito. fabiangs
29-07-2005 Muy buena historia para niños! Besos. ****** peinpot
29-07-2005 Que bello cuentecito. Me gusto mucho escribes muy bien. Espero que sigas así. Un besito y ***** Ignacio. poetaloco
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]