Inicio / Cuenteros Locales / Soli / Triste Adios
[C:125978] | ||||
Triste Adios se fué a la gruta vieja ahora adornada con topacios y jacintos y tanta extraña porquería. No logré alcanzarla, sólo sentí dentro de mí su despedida. Le dije Adios, entreví todos los adornos en su gruta vieja y me entristecí: las lisonjas que se le regalan a las nuevas reinas, collares, joyas, perlas; mis ojos traspasan y ven la tristeza que se esconde bajo tantas cosas cuyo motivo no parece ser otro que el de amedrentar. Bueno, te-perdí, no soy hombre para declarar derrotas. Una vez un gato mató a un ratón y se lo dejó como obsequio a la hija de la casa, es exactamente la misma cosa. La única diferencia es que las joyas duran más que los cadáveres putrefactos. En algunas partes se creía que simbolizaban la duración de las almas puras en la tierra. Dije "se creía" no digo con esto que comparta o no la creencia (aunque sí comparto la analogía). Y esa gruta vieja adornada de topacios y otras piedras me recuerda a un lugar que no debo visitar, así como no debo profanar el cadáver de un ratón regalado por un gato. Coronada reina; me vuelvo mendigo. La bisutería no tiene significado para mí. Las cosas que duran más que yo a ellas pertenezco y no al revés. No me es posible apoderarme de un mundo libre así como no puedo apoderarme de algún alma. Que sean los esclavos que se apoderen de mí o del diamante que me significa, que lo pasen de mano en mano, que lo compren, que lo vendan, que adornen las diademas de las reinas, los recintos de las grutas, que ilumine el fondo de las cuevas... |
Texto agregado el 28-07-2005, y leído por 221 visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login |