CON SOMBREROS TEQUILA, CREMA DE ESTRELLA Y UNA LUNA ROJA.


Yo la he visto rasgando el aire con las lágrimas secas y los días mojados por la lluvia de otro adiós vendaval de noche sin noche. De señales y cenizas, de colores y excesos, cruza la estación sin equipaje y compra un tiquete a cualquier lugar esperando encontrarse o encontrarla o encontrarse encontrándola. Mientras aborda el barco que no es barco, ni avión, ni tren, ni bus, ni cohete, porque es trance y el trance es luna roja y crema de estrella y humo y sueño y ella sueña con ella y la mira y la besa y le seca las lágrimas. Yo las vi, la ultima vez que las vi, porque ella se quedo un día soñando con ella y yo las soñé, porque yo también soñaba que se encontraban en un sueño y cortaban los hilos grises y arrancaban con las manos la tierra y la hierva y la tristeza para seguir corriendo descalzas por algún camino caliente en México con sombreros, tequila, crema de estrella y una luna roja.