Exacta geografía
Enmarañada selva de perlas rubias
caen presurosas y rutilantes
sobre las penínsulas arduas
vigías de lo inoportuno.
Dos lagos, lo juro, reflejan insolentemente
miradas de deseo y se pierden
en hondonadas negras sin destino.
Un cráter rojo,
peligroso, irresistible,
es la invitación a la recorrida
por territorios inexplorados
que coronan dunas lascivas
de frutillas infames.
Exacta geografía que supo del ardor
y la vergüenza del desfloramiento.
Las cuchillas, doce ellas, derivan
en suave hondonada, presagio inesperado
de la aventura unánime.
Llego al intrincado bosque virgen;
exploro, indago, conozco, gozo, me baño y me quedo,
quizás buscando la fuente de la felicidad infinita
o la resolución de mi más vieja incógnita.
Nadie me habita, soy sólo ese ermitaño
nacido para vivir en este mapa espontáneo.
Extasiado y dolido exploro los dos ríos
que bajan morosamente con créditos impagos
y culminan en deltas de cinco cauces
amorosamente torneados.
Viajero, explorador o colono
reconozco aquí mi exacta geografía,
la que me contiene en cada poro
en cada instante recorrido
en cada accidente recordado.
Mi exacta geografía, mi país, mi mundo
mi perfecto universo.
La patria que defiendo en cada beso, en cada caricia
en el abrazo, en la penumbra del deseo
y en la claridad del placer esperado.
Mi titánica aventura culmina
mi fantástica exploración fenece.
Lo compruebo y lo disfruto
me aterra y me alumbra
me duele y me eterniza.
Tu exacta geografía mujer,
el lugar que elegí para vivir.
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