indicaciones a una pintora famosa
-¿Y vos por qué no los dejás tranquilos? -quiere saber Polanco que no me parece excesivamente autorizado para hacer la pregunta-. Si los puntos pintan o bailan o sacan fotos es porque no necesitan que vengas a llenarles la cara de palabras.
-Es cierto -digo con una tristeza hábilmente disfrazada de humildad-, lo que pasa es que casi nunca hablo con ellos, fijate, más bien lo contrario, son ellos que me hacen hablar de tanta cosa, yo sencillamente los quiero y entonces este libro.
Extracto de Explicaciones más bien confusas, de Julio Cortázar, en Territorios, Siglo XXI, Mexico, 1979
¿Podrías dibujar un océano, inmenso, inconmesurable? Y que de las aguas surja un árbol. Simplemente un árbol. Pero que esté ardiendo, y que las llamas devoren un cielo de amanecer (muy distinto al del atardecer). Y que no se sepa quién o qué prendió el fuego, pero que tampoco importe. Que el fuego sea algo natural. Que no haya ningún personaje en el dibujo, pero que tampoco se suponga un espectador. Que sea un dibujo para el dibujo, y no un dibujo para alguien. Ni siquiera que sea un dibujo de alguien. No lo firmes. Trabajá con colores, o con lápices, o con lapicera, o como quieras. |