(27/12/04)
Todavía te espero...

Sentada en el mismo banco y con las zapatillas azules que vos ya conocés.
Con esa inocencia de niña que no pensás que tengo, porque varios han pasado por mi vida y de inocente sólo me queda una mueca infantil cuando quiero pedir algo.
Pero bueno... yo aún te espero.
Vení rápido...
Se me caen las sonrisas y no hay quien las levante.
Las lágrimas me nublan la vista y no hay quien me las seque.
Yo te extraño...
Extraño mucho más que un cuerpo desnudo y en un par de horas en un hotel de mal a muerte. Mucho más que un beso enloquecedor o una caricia indebida. Extraño mucho más que el sexo desalmado, por una necesidad, porque eso lo tengo con cualquiera, incluso con este que se supone que sos vos. Pero yo extraño al pibe que amé casi cuatro años atrás. El que me daba la mano por la calle y me besaba sin motivo, el que me hacía reír, el que sólo quería verme feliz...
A esta nueva versión de vos no la conozco. Este hombre que sólo me mira y me ama en una cama no sos vos, y yo no lo amo. Extraño saber que me amabas, entenderte, conocerte.

Me siento sola, vacía, porque es más duro que perderte, el tenerte aquí indiferente porque ya no me querés más...

Vení rápido, por favor, antes que te odie del todo.