¿Cuánto vale la dignidad de los jóvenes?

Hoy en día los jóvenes hacen
lo que sea a cambio de popularidad
y también por un poco de cerveza.


Eran demasiadas las personas que estaban antes de mi en la fila por lo que tuve que esperar cerca de cuarenta minutos para lograr entrar. Una vez en el interior del antro, la oscuridad que de cuando en cuando se veía excluida por el juego de luces del equipo técnico no permitía ver el escenario.

Después de varios minutos de permanecer en el mismo lugar, mis ojos se acostumbraron a la poca iluminación y pude ver lo suficiente para caminar sin tropezarme con las mesas ni con la gente.

Pistas de baile llenas de gente, mesas, botellas, latas de cerveza y colillas de cigarros tiradas en todos lados era el panorama que observaba. Nada más faltó el letrero que dijera: “Bienvenida a Sodoma y Gomorra” aunque pensándolo bien, eso no era necesario.

Una voz aguda proveniente de algún lugar en las alturas anunció un reto, acerca de bailar sobre las bocinas y a cambio recibirían cerveza cortesía del antro.

Unas cuantas respondieron al llamado y comenzaron a ejecutar un baile por demás sensual, moviendo las caderas en forma arrítmica, tal vez por el exceso de alcohol, y tratando de derrochar sensualidad pero en lugar de eso, provocaban hilaridad en todos los ahí reunidos. A este trío de singulares chicas se les podía ver en todo su esplendor en las pantallas gigantes instaladas en puntos estratégicos del lugar.

Luego de un rato de tenerlas a prueba para ver si merecían el premio les hicieron entrega de latas de cerveza para incitarlas a beberlas de un trago, lo cual hicieron sin reparar. Después de varios minutos transcurridos, la “emoción” de verlas hacer el ridículo se extinguió y entonces, les tocó el turno a los hombres, los que también cayeron víctimas de ese circo romano sin mostrar la menor inhibición.

Y aquí es cuando me pregunto: ¿Cuánto vale la dignidad de los jóvenes de hoy? Para la mayoría de ellos no tiene ningún valor, la regalan en la primera oportunidad que se les presenta, porque eso que presencié no se le puede llamar diversión.

Gente Masa

El antro estaba lleno de ella, es aquélla que se comporta dejándose llevar por la colectividad, entran en esta categoría los que no se detienen a pensar si el comportamiento de la mayoría es el correcto sino que, simplemente se dejan llevar por la situación. Por lo general, son este tipo de momentos los que arrastran a los jóvenes a un período de arrepentimiento, (el tiempo de duración depende de qué tan grave haya sido el error que se cometió) donde “el hubiera” y “el por qué” son las palabras constantes.

Bailes de espuma.

Por medio de estos, la interacción física entre los participantes puede tornarse un tanto inadecuada debido a que la situación se presta para algo más que un simple baile. Ahora también se han agregado pequeñas albercas en las que, una vez dentro de ellas, puedes continuar con el baile sin que nadie lo vea como algo fuera de contexto.


Modelos de comportamiento.

El ser humano posee una capacidad de aprendizaje tan amplia, que, tan sólo con observar determinada conducta de sus semejantes puede adquirirla de manera automática. Es por eso que los medios de comunicación masiva, en especial la televisión, influyen fuertemente en el comportamiento de todo aquél que esté expuesta a ellos. Y el mejor ejemplo de lo que digo es, mi vecinita de 7 años, quien después de ver un sinnúmero de episodios de “El chavo del 8”, ahora llora como kiko y hace berrinches como la chilindrina, eso sin mencionar que habla utilizando frases que los personajes dicen en el programa.

Pero el problema no es que la niña imite a estos personajes de la televisión, no, el problema radica en que, esta niña va a crecer y seguirá expuesta a la influencia de los medios de comunicación. Algunas consecuencias de ese constante bombardeo publicitario será que, algún día bailará sobre las bocinas en un antro, tratando de recrear, sin darse cuenta, algún comercial implantado en su mente por determinada marca de vinos o de cerveza.