Escribo para no sentirme solo,
Para que la tinta refleje mi imagen
Y que al secar sea pétrea reproducción
De mis delirios tan húmedos
Como tu silueta en un desierto virtual.
Reflejo de mi vida semimuerta sin aire,
Sin los suspiros que inhalaba ansioso
De donde bebía el brebaje poderoso
De tu elíxir, alucinógeno mortal,
Al que me entregaré sin reparos
Aunque tenga que escribir sólo de ti
Dejándome como siempre de lado.
Escribo para ti, para sentirme cerca
Mientras en los sesos, pueda mantener
Fresca la inspiración esquiva y despiadada
Aquella que me enfrenta al mundo real
Asqueroso, ruin, vil e hijo de puta,
Que me sentencia a masticar sus pastillas
Y a tragarme este destino incierto
Que no pedí, que no es para mí
Y que me es difícil transformar
Pues me encuentro atascado en esta
Degeneración que padezco; cambio de mileno,
Cambio de piel, de ojos: cambio de alma.
Escribo para no morir, para que esto,
Que me quema en las extrañas salga
Por mis poros, respirando una paz no deseada,
Pero útil, ¿para qué?… el tiempo sabrá.
Escribo para ahogar demonios funestos
Que me susurran pestes al borde de la cama,
Que me llaman hacia el éter infeliz
De la oscuridad… oscuridad plena de cabeza.
Escribo de manos atadas, con la mirada
Puesta en un papel rebelde que me entiende
Y me soporta con dignidad humana,
Que sabe del porqué te escribo.
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