Era un niño que soñaba ¡cuando sería mayor!, y cuando un chico quiere crecer siempre intenta demostrarlo con otros chicos, por que demostrarle a un adulto que se está creciendo no tiene mérito, así surgen los grupos de chicos los cuales empiezan en la inocencia y continúan en la competición...

No podía defraudarles, a los dieciséis años lo peor que puede pasarte es quedar mal con tus "amigos", debes poseer todas esas cosas que te hacen merecedor de un puesto importante en el grupo, un ciclomotor último modelo, ir de arriba a abajo vestido de marca y claro está, no estar gordo ni ser demasiado bajito, y tampoco tener ningún defecto muy visible. Solo así se consigue estar a la altura dentro del grupo y ser los chicos más duros, más guapos y más populares, si no es así, puede caer sobre ti la crueldad que se tiene a esa edad y quedar relegado a las risas y humillaciones de todos, y ya sabemos todos como se intenta mantener en tipo a esas edades en las cuales nos molesta hasta que nuestros padres nos digan lo que tenemos que hacer delante de nuestras amistades. Pero volvamos al tema, una vez que tienes toda esta posición ganada no puedes relajarte, por que la competición sigue, incluso surgen competiciones entre grupos de chicos en forma de peleas, insultos y quien sabe que más.

Ahora ya ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero la competición sigue ahí, el grupo se ve algo reducido, siempre hay algún rajado que ya no sigue en la brecha, en realidad son los más maduros, pero para el grupo son simples desertores. Los muchachos aun están al pie del cañón y en la mirada de todos está el ser más que nadie, y el sentir como somos superiores a todo el mundo, no se tiene conciencia del tiempo... parece que ese estado nunca va a acabar y no somos capaces de notar como la erosión de esa vida está acabando con nosotros.

Cuando avanza la vida y echamos la vista atrás vemos como el tamiz de esta sociedad ha ido quitando piezas y dejándolas en el camino; unos, los rajados, ya tienen sus famillas y han creado sus propias líneas de vida, en cuando a los demás unos cuantos no lo han conseguido y se han quedado anclados en el tiempo esperando cualquier ocasión para seguir demostrando que siguen en la competición, y no dándose cuenta de la deuda que están causando a sus vidas, y quedan unos cuantos, yo los denomino las viejas glorias, esos que saben comprender que cuando fuimos los mejores no éramos más que niños....