Monto carga en aguas batallando incansablemente contra mil demonios,
Adolorido y ensangrentado de llagas invisible forzando sanar.
Una tiranía me persigue sin escapatoria, en el lomo de mis parpados arrasa conmigo la silueta del espejo, mi mayor rival.
Atormentado por imágenes de un hogar que nunca existió y un sueño de cual nunca despierto ruego a dioses cambien mi casta y bandera para morir ú olvidar.
Cada paso de mi corcel se redobla para ganar tiempo en pasadillos oscuros, esperando encontrar aquello perdido, lo que al nacer estuvo dentro de mi y perdí al cambiar cordura.
Texto agregado el 26-07-2005, y leído por 133
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Lectores Opinan
26-07-2005
muy profundo y fuerte. katya
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