- La luz es un camino. Un vórtice eterno, un lenguaje. La luz es religión, vínculo moral con uno mismo. Muchos saben, en su interior, de la existencia de esta luz, muy pocos son sinceros, consecuentes con ella.-
Reír el absurdo, el pragma, el claro y el oscuro.
Reírme el biótico, al abiótico, el cáncer, lo endocrino.
Reírse.
Porque si, porque no, por si acaso.
Sin ojos, sin espalda, no vidente.
Casado, soltero, huérfano, callado.
Reír de quien no ríe, del que vive.
Rieles de un tren a la deriva.
Reírte un edificio, un barco, los espejos.
Del recuerdo, del olvido, de lo mío, de lo ajeno.
De lo nuevo, de lo usado, de mi, de yo, del ego.
Reírme cuando tengo, cuando guardo, cuando acampo.
A lo lejos, paralelo, de costado.
Sin fronteras, bajo techo, en el ozono.
Reír, por qué no, de Freud, De Platón, de mis dos piernas.
Reírnos sin tiempo, sin sentido, para nada.
De la casa, de la pesca, del sediento.
De Omega, de Ypsilon, de Praga.
Del teatro, el yogurt, de Cleopatra.
Reír al aire libre, en lo hueco, tras el fuego.
Oh! Reír, ir de nuevo, reencontrarme.
Reírme porque quiero, por amor, por ser eterno.
Reír por haber hallado la fórmula, el cáliz, el sueño.
Por creer enteramente en la falta de razones.
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