“El misterioso arte de vencer”
En el acto de estar erguido como una lanza que avanza contra el viento a través de la niebla, mas allá de lo conocido y lo desconocido, reside el ser filósofo. Filosofo significa el enamorado de la Verdad, el enamorado de la Sapiencia, aquel que pone todas las cosas por debajo de la búsqueda de esa Sapiencia. Un enamorado talvez no es un ser del todo inteligente, pero si es un convencido de que va a llegar a la meta que se ha propuesto, alguien noble que trata con todas sus fuerzas de alcanzar aquello que se vislumbra mas allá.
En esta ocasión el tema que voy a tocar es del misterioso o difícil arte de vencer. Cuando digo vencer, no me refiero a vencer sobre alguien, abatir puertas, echar abajo murallas, sentir que otro son mas débiles que nosotros, sino a algo mucho mas profundo. Hace muchos años escuche a mi padre que me decía que el arte de la felicidad estaba en lograr objetivos, pero no a costa de otros, sin basarse en la infidelidad de los demás, y en cierta forma el arte de vencer consiste en poder llegar a nuestras metas sin utilizar a los demás como peldaño, sin encaramarnos sobre la cabeza de los débiles, sin pisotear a aquellos que aparentemente nos están cerrando el paso, sino de una manera muy diferente, de todo corazón y de toda fuerza. ¿Qué es este difícil o misterioso Arte de Vencer?...
Hay personas, que parece ser, vienen al mundo con una estrella y todo les sale bien. Hay otras, en cambio, a las cuales les es muy difícil lograr cada cosa. Y encontramos a veces los Elegidos de la historia, que con su sola presencia pueden hacer verdaderos milagros. Como por ejemplo: Filipo Sother narraba como ellos habían marchado con “Alejandro”, y que cuando lo hacían, en verdad podían realizar milagros, gestar maravillas, pero desde que Alejandro murió, ellos nada mas que podían hacer pequeños prodigios. Querían ser grandes, pero no podían dejar de ser, de alguna manera mediocres y pequeños prodigios. ¿Qué acaso ellos necesitaban de Alejandro? ¿Acaso ellos no podían así mismos? Como otro ejemplo... Ellos no podían decir que eran hijos de Amón, sino que eran hijos de hombre y mujer. Y cuantas veces mis queridos amigos, cuantas veces nosotros nos encontramos en la vida queriendo hacer una proeza, algo maravilloso, pretendiendo avanzar de tal manera que todos nos vean, nos sigan, y sin embargo, tan solo podemos dar pequeños pasos, cuantas veces querríamos cantar como cantan los mirlos, cuantas veces querríamos volar, y sin embargo, solamente salen de nuestra garganta pequeñas voces oscuras, o nos vemos limitados a tener que andar sobre nuestros pasos, andar y andar hacia ese horizonte que nunca acaba. De ahí entonces que nos preguntemos, de todo corazón, como filósofos, en que consiste el Arte de Vencer. ¿Por qué algunos vencen y otros no lo pueden hacer?.
Tal vez, mis queridos amigos, la vida sea como la vida sea como un cable de la computadora que tenemos todos, del que uno no sabe exactamente que longitud tiene, y hay que estar preparados y sensibilizados para notar cuando llegamos al final, cuando nos esta avisando de alguna manera la adversidad de que hasta aquí podemos llegar.
El acto de vencer entonces, no seria convertirnos como en Alejandro, porque no todos podemos ser Alejandro, ni Alejandro puede ser tampoco cada uno de nosotros. Cada cual es lo que es, y el Arte consiste en ser lo que nosotros somos realmente, en nuestra verdadera, en nuestra propia dimensión, sea cual sea nuestro tamaño.
Hay ejercicios fáciles que pueden sernos útiles, a fin de intentar comprender. Coged una botella cualquiera llena de agua y mantenedla enhiesta con el brazo horizontal. Al principio parece algo muy fácil, quien no va a sostener un litro jajaja, pero cuando pasa el tiempo y la acumulación del peso y la posición de nuestro brazo se va haciendo mas dolorosa, cada vez sentimos mas el peso y parece que hubiese una vaca colgada de nosotros. Haced algo diferente, poned en practica vuestra Voluntad. Haced que vuestros ojos y vuestra mente empiecen a contar, por ejemplo, las distintas bombillas que pueda haber en el techo (sin dejar la botella). Veréis que se puede resistir mucho mas fácilmente si se mantiene la mente alejada del dolor.
Sucede igual con las cosas de la vida. Si mantenéis vuestra mente agarrada a cada uno de los problemas, a esa pequeña muerte cotidiana que se nos viene encima, al temor que no han sabido lavar en nosotros porque no estamos en el siglo V a.c., no podéis resistir ni el mas leve impacto de la adversidad. Tenemos que intentar entonces alzar esa mano, rescatarla un poco de las cosas del mundo, ir imponiendo nuestra Voluntad, una Voluntad que no debe ser ostentosa, que debe marchar sola y natural. Haced de vuestro mundo, un mundo de Ideas Grandes, que los buenos pensamientos y sentimientos habiten en vosotros, cantando, como si fuesen pájaros en la rama de un árbol, como si fuesen peces en lo profundo del mar. Que habiten dentro nuestro grandes Seres libres y coloreados. No os dejéis caer de rodillas, levantaos otra vez y otra vez. Apoyad vuestras manos, como alas, como garras, contra los costados de la Historia y proyectaos hacia delante, siempre hacia delante. Todos hemos de morir y tal vez todos hayamos de renacer. Todos estamos sujetos a la Gran Rueda, al gran Samsara. Pero más allá de todo eso, también estamos sujetos a nuestra propia voluntad...... y a nuestra propia voluntad de Vencer.
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