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Sobran camas postradas y faltan espacios vacíos. Escucho muchas voces y ninguna comunica. Recordé de repente, unos días en los que me dio por guardar todos los diarios viejos en el baño. Días en los que no me bañaba luego de revolver con una escoba el montón de hojas secas mezcladas con desperdicios de verdura y ceniza acompostada en un criadero de gusanos. Para fantasías sexuales sacaba ayuda para la imaginación de todos lados. Luego me obsesionaban en los sueños esas mismas imágenes. Nada valía contarlo.
Es cierto que revisaba los basureros cuando caminaba, y extraía algunos elementos coleccionables. Lo pesaba todo para calcular cuanto era su precio. Varias mujeres rondando una sola. Neurótico por lo no dicho. Olvidando que nadie lee estas páginas aún cuando las mostrara. Cansado de mostrar y ocultar, ocultar y mostrar. Frenético. Luego varias vidas paralelas en constante contradicción una de la otra. Nuevamente hablo de más.
Otra vez escribo para un solo auditor.
Otra vez me consumo construyendo y decontruyendo mentiras.
Usándome de títere comediante.
Desgastando la palabra y tergiversando los hechos en burla de mi mismo. Desarraigando ideas entremedio.
Vomitando las propiedades que quiero expulsar.
Exagerando para que tomen peso afectivo.
Mezclando interminablemente hechos de mi memoria dando con argumentos deformemente intuidos.
Oscureciendo el paisaje de música de cuerdas.
Nublando con humo la frente por dentro.
Uñas sucias traquetean.
Era la pobreza oculta, la irracionalidad ignorada, la punta de la cola del escorpión que conduce el veneno, El kamikaze asustado, el suicida por conveniencia. El devorado bajaba los brazos, se ajustan las expectativas a la verdad, se acepta gato por liebre encantado. Proponemos brindar por los caídos, por los que perdieron la guerra o nos cortamos las barbas. Te encierras o te emborrachas con desconocidos amigos. El ánimo depende del clima en la sangre y del frío. Construyes torres con las cartas, hasta que caen y nunca se acaban. Largas cadenas de dominó que en desorden de uno a otro lado también caen. Experimentos con lagartijas que mueren ahogadas, mientras nadaban como cocodrilos por ríos de una maqueta de campo construida bajo los árboles. Lugares chicos que se agigantan en mil hectáreas de sembrados.
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Texto agregado el 25-07-2005, y leído por 104
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