Al silencio le puse tu voz,
me colgué de tus palabras
en el intento de escapar a soledades
jamás fueron bienvenidas.

Rincones desconocidos,
descubro en mi mente:
un corazón dando cuenta de la espera,
un cuerpo que sigue dormido
prisionero del hambre de caricias
y una intención verdadera.

Me acorralan sentimientos
confabulados con la noche,
solo sombras me acompañan
en el cuarto que hoy cobija
a mi ser y mis miedos.

Las preguntas continúan
como entender la realidad,
el destino que corresponde vivir
pensando en tu existencia
en la existencia de verdades
y un camino recorrido.
Desandar el tiempo vivido
sería fácil solución:
no implica tomar decisiones.

Acosado,
por el deseo de volver a amar,
quisiera atreverme a cerrar los ojos
y extender mis manos,
en perfecta actitud de abandono.
El temor de volver a caer
me impide ser.
Busco respuestas,
tal vez son las mismas
que desearías encontrar.

Tú presencia,
se fue quedando
y en silencio
aun escucho un corazón,
regalando sentimientos.
Razón que se impone
y se entrega a la realidad.