De él no se supo más.
Desde que de la ciudad partió..
Nos dijo:" Un día lo alabarás"
No supo lo que el destino dictaminó.
Un día la oportunidad se presentó,
de vencer al iracundo enemigo.
No dudamos,
atacamos.
Y Él se nos acercó
Llegó y con una sola mirada,
al imponente enemigo asesinó.
Sin más explicaciones, partió,
donde una vez habló el hada,
que con su voz nuestros oídos deleitó.
La bestia, magnífica y halada,
se elevó y cruzó los cielos,
y hasta el Mar de los Hielos,
su voluntad la llevó.
y en su lomo reposaba,
el héroe, grandioso y vencedor.
Al cual dar las gracias no bastaba,
por haber dejado el sudor
en el fragor de la batalla.
En aquélla noche nos iluminó,
como el rayo en sus ojos, el fulgor.
El pueblo entero, a su paso, lo alabó.
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