Sumergido en el inmenso espacio interior de mi mente, puedo ver los destellos de las estrellas,
Que me han ido guiando en el transcurso de mi vida, y como un desmemoriado pierdo el control de saber, de entender lo que han significado para mí,
Unas tras otra brilla en la lejanía, en la cercanía
Pero no consigo extraer nada más que luz, no capto emociones ni sentimientos,
Solo esa luz que me deja perplejo y embobado mirándolas sin pestañear, sin respirar,
Como un ser embrujado me levanto y me dirijo hacia la orilla más próxima, y me dejo caer sobre la arena de esa playa que es un mundo inhóspito,
Un mundo irreal que me hace su esclavo día a día,
Con la ilusión de un niño corro sobre la arena,
En busca del tesoro mas grande que puede encontrar un ser sin maldad y con la virtud de notar por primera vez toda las sensaciones por descubrir, por sentir, por descubrir un millar de veces,
Con lagrimas en los ojos veo que no soy el niño, sino una sombra de lo que fui,
Cantando como un loco desmemoriado, invento canciones sobre luceros estelares que fueron y no fueron.
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