Vaya forma la tuya de quereme,
muy a tu modo y manera, muy a tu tiempo,
tan a consideración que no has tenido conmigo.
Qué manera tan absurda de querer en demasía,
qué absurdo modo de demostrarlo, suena a osadía,
no deja dormir, no descanza. No es suficiente para vivir, no alcanza.
Después de la ausencia y la desidia,
mucho más allá del desconsuelo y la decepción,
más alejado que nada del comun cariño,
viene a mi abrazo tu condición, amorosa,
lastimera, retraída y deteriorada, moribunda.
Estoy clavado, necio y maldito
por este modo tuyo de dar amor,
por esas ganas locas de buscarme
y en otros labios causarme dolor,
ya no me sabe a suficiente un abrazo,
no me basta con decir un verso al paso.
Mis raices podridas provocarán mi muerte
si no me alejo de este modo tuyo de dar amor,
de dar demasiado amor, de amor maldito. |