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Como todos los días esa mañana fui el primero en llegar a la oficina....... En realidad, mi intención es contar esta historia lo más apegado a los hechos que me sea posible (aunque a la memoria eso no le agrade mucho) así que, ese martes no solamente llegue por primera vez en ese mes a tiempo, sino que, por primera vez en el año llegue primero.

Busque la llave de la puerta en el bolsillo izquierdo, en el derecho, en los de atrás de mi pantalón, - No la traje, pensé, pues no estoy acostumbrado a abrir, pero luego recordé que la llave de la oficina esta en el mismo llavero junto con las de mi auto. Allí estaba, en el bolsillo interno de mi chaqueta. Dos giros a la cerradura y la puerta se abrió. Gran sorpresa se llevarían los muchachos al verme sentado en mi escritorio al llegar, fue lo que sentí al empujar la puerta hacia adentro; pues se describe mejor como un sentimiento que como pensamiento, no se dicen esas palabras en la cabeza, pero al contarlas esas palabras se asemejan bastante. La oscura oficina se descubrió ante mí, con la derecha busque el interruptor del fluorescente (como por instinto) con la izquierda intentaba con algo de torpeza extraer la llave de la cerradura, me encamine hacia mi escritorio, que si, que no, que ¿para qué me molestas? si estaba descansando tranquilamente, que si me enciendo, que ¿para qué me enciendo? Al caminar hacia mi escritorio el fluorescente aún no se decidía del todo a encenderse, alce la mirada hacia a él como con reproche, - Debe ser el arrancador decía, al tiempo que quedaba encendido. Giré en mi silla y aflojé un poco el nudo de la corbata, encendí el computador, este empezó a desperezarse saludando entre bostezos y raros ruidos de garganta.

Estaba rascándome la pantorrilla, cuando sonó el teléfono, mire el reloj que estaba en la pared, todavía no eran las siete y media y la gente empezaba ya a molestar,

- Consultora Benítez & Asociados buenos días habla Edgar
- Hola; soy Miguel
- A mí que -le dije en broma. Miguel un muy buen amigo, siempre estamos en contacto, en verdad, casi nunca estamos fuera de contacto, si un día no llama él lo llamo yo o estamos tomando alguna cerveza juntos los viernes o uno en casa del otro viendo videos y hablando de mujeres y fútbol, o algo más importante como, que se yo... mujeres. ¿Qué tal Miguel? raro que me llames tan temprano
- Raro que vos estés allí tan temprano- bromeo
- También- conteste ¿Después que hay, como andas?- conocida fórmula introductoria a nuestras conocidas conversaciones, las cuales solo cambian escenarios, aunque no tanto, la ciudad no es tan grande, o personajes secundarios, aunque estos tampoco cambian mucho, nuestras amistades no son tantas
- Mal - me contesto; y eso no era muy extraño en él
- ¿Por qué?
- Acabo de suicidarme.
- ¿Qué?, ¿Que te vas a suicidar?
- No, ya me suicide, como hace unas ocho horas si no son más,
- Un momento, espera un momento que no estoy entendiendo bien. ¿Querés suicidarte?, ¿Por qué?,
- ¡No Edgar!, ya me suicide
- ¿Cómo?
- Me ahogue en la bahía
- ¿Cómo podes haberte suicidado y estar hablando conmigo?
- Es que como no pude encontrarte antes, ya que tu celular estaba apagado; como siempre,

Mire mi celular que en ese momento colgaba de mi cintura.

- ¡La gran siete¡, tenés razón, parece que la batería se afloja, por eso lo que se apaga a cada rato
- Hace tiempo que te dije que tenés que cambiar ese aparato,
- Ya sé, ¡No, no!, espera un minuto, nos estamos desviando del tema, ¿Cómo puede ser que ya estés muerto y hablando conmigo?
- De esas cosas yo no sé, lo que sí, que como eres mi mejor amigo no podía dejar de darte la noticia personalmente
- Me estas tomando el pelo, eso es
- No, te hablo en serio, vos sos mi mejor amigo Edgar
- Me estas cargando - dije algo ofuscado ya y en ese momento aparecieron por la puerta Francisco y Marta, dos compañeros de trabajo,
- Parece que hoy va a haber una gran tormenta dijo Francisco,
- ¿Te caíste de la cama o que? pregunto Marta,
- Que tal, que tal -les respondí yo sin darles importancia, no en serio Miguel, volví al teléfono, que te pasa viejo
- Vos me conoces Edgar, mejor que nadie, yo no creía en estas cosas, los tipos que se suicidaban siempre me causaron una especie de asco, siempre sostuve eso de que el que asesina niega la vida del asesinado, solo de esa persona, pero el que se suicida niega la vida de la humanidad toda, niega la vida misma y aún sigo pensando así, no creas que valoro mi decisión ni cosa por el estilo, pero era ya muy pesada la carga que me oprimía que no pude soportar,
- ¿Pero de que me estas hablando Miguel? ¿De que carga hablas?,
- Todo, bien, casi todo, fue una sucesión de cosas que fueron armándose a mí alrededor, siempre quise ser ingeniero, vos sabes bien eso, pero nunca pude estudiar por tener que trabajar con mi viejo, primero me dije: - Que se podía; hacer hay que adaptarse a los acontecimientos, luego estuvo el problema con mis viejos, que una pareja se separe no es gran cosa, no son los primeros ni van a ser los últimos, pero gritarse toda la porquería que se gritaron frente a nosotros fue algo que siempre tuve que tragarme, y mi decisión de no tomar bando por ninguno de los dos hizo que siempre me tratasen como espía el uno del otro, esta bien me decía, la vida tiene sus cosas feas, no solo la mía, con los fracasos en la facultad de contabilidad hacia como que no me importaban total esa no era mi carrera me repetía siempre; la imposibilidad de conseguir otro trabajo que no fuera en la imprenta del viejo, y por ultimo Leti, creí, sinceramente creí que ella significaba el punto de partida para una nueva forma de ver mi posición en esta tierra, sé, que ella siempre me respondía con medias palabras, que no decían que si ni no, pero podía sobrevivir con esa incertidumbre, siempre viví en la incertidumbre, hasta esa noche que fui a su casa a invitarla al cine, salimos, todo estaba como siempre, caminamos al borde de la bahía, una inmensa luna se lavaba la cara en las sucias aguas, yo le dije:
- Si en una noche como esta, con luna y todo no te enamoras de mí creo que ya nunca podrá ser posible; callamos un rato, luego ella respondió:
- Tenés razón Miguel, yo nunca podré enamorarme de vos porque ya estoy enamorada, por favor no me odies por esto, si yo pudiera elegir, pero, vos sabes, una no elige estas cosas.
- Sus palabras fueron sinceras, por eso dolieron tanto, yo no le pregunte de quien, aunque en realidad sé de quien se trata, eso no es lo importante, pero en ese momento vi como el hilo que sostenía la cometa en contacto con la tierra se soltaba y vi la solución perfectamente clara, vi el cometa dejándose llevar por el viento, y la solución fue clara, no fácil, pero clara
- Miguel, por favor ya no sos un adolescente como para estar suicidándote por una mujer
- Mi querido Edgar, todos tenemos trece años cuando en verdad nos enamoramos
- Pero hay otras mujeres mi amigo ya volverás a sentirte de nuevo enamorado,
- Ya es tarde, ya te dije que ya lo hice,
- Esa es la parte que no puede ser, a ver, por favor explícate,
- No tengo nada que explicar,
- ¿Pero como que no grandísimo idiota?¿Cómo puedo estar hablando por teléfono con un muerto?,
- Esas cosas, ya te dije que yo no las sé, solo tuve que hablar contigo y pensé en el teléfono y este sonó y aquí estamos hablando, si no me crees anda, compra el diario que allí esta, no es un gran articulo bueno no tanto, salí medio con cara de idiota, pero fue la mejor foto que me tomaron para un diario, la única en realidad, también podes venir a casa allí me están velando en este instante
- Bueno Miguel ya es suficiente -le conteste algo aburrido y ofuscado en ese momento cuando llego el señor Benítez,
- Buenos días señor como esta
- Buenas, vení un rato a mi oficina Aguero, me dijo casi sin mirarme,
- Enseguida señor -conteste mientras la puerta de su oficina se cerraba a mis espaldas- esto parece que va a estar bueno Miguel- volví al teléfono- primera ves en años que llego súper temprano a la oficina y parece que metí la pata en algo, el viejo me llamo a su oficina y eso casi nunca trae cosas buenas,
- Escuche desde aquí, dijo Miguel
- Te llamo luego a tu oficina,
- ¿No me crees verdad?
- Hablamos luego chau- y corte el teléfono. Volví a acomodar un tanto nervioso mi corbata, aclare mi garganta, tranquilo corazón no te apures, contando cada paso, me dirigí a la oficina, lastima que queda tan cerca.

Bla, bla, bla, me dijo el jefe, nada importante, que le gusto el trabajo que realice con la comercial San Jorge y que siga así, que los clientes están bastante satisfechos, que lo importante es dejar contentos a los cliente, que ahora me encargaría de una importadora que necesita reducir su carga impositiva, que era algo muy importante, te recalco Agüero, me dijo, si señor, gracias señor, lo aprendí de usted señor, ya habrá tiempo que descubra mis metidas de pata, nada grave por cierto, en fin, me preocupe por nada. Este tipo se toma su trabajo demasiado en serio, será por eso que es el jefe, en fin, con tal que yo cubra el combustible de mi auto, hay mi auto, y una que otra farrita los sábados en la choperia, lo demás me da igual, hay que seguirle el juego nomás al viejo y este se pone contento. Gracias señor me encargo de eso inmediatamente señor.


Miguel me dejo preocupado, nunca lo escuche tan pesimista, y es cierto hace más de un año que intenta tener algo con Leti, y esta que no se decide, yo la conozco bien, fui yo quien los presento, si ella estuviera enamorada de alguien me lo hubiera dicho, ¿De quien será? .Que raro que nunca haya mencionado algo así, mas cuando yo era el que trataba de convencerla de que le diera una oportunidad a Miguel, me lo hubiera dicho para no gastar en vano tanta saliva. Llamare a Miguel en su trabajo a ver como anda.

- Imprenta Litoral buenos días saludaron tras el auricular del teléfono
- Buenos días, se encuentra Miguel
- Señor, por lo visto usted aún no se entero
- ¿De que? no me vengan a salir ahora con que
- Miguel murió ayer a la noche,
- ¿Cómo?,
- Yo mismo acabo de volver del velatorio, espantoso en verdad
- Gracias, dije y el tubo del teléfono casi cayo de mi mano que se puso fría al instante.

- Disculpe señor, dije tapando medio cuerpo con la puerta de su oficina,
- Si, que se le ofrece Agüero
- Necesito salir un momento señor, mi madre sufrió un pequeño accidente, mentí porque lo otro es un poco más difícil de explicar,
- ¿Que le paso?,
- Nada muy serio en realidad señor, que se cayo de la escalera y quiero llevarla a que se haga ver por un medico ya sabe, ella dice que no es necesario pero yo no estoy tranquilo, continúe con la tranquilidad adquirida después de haber enfermado a casi la toda mi parentela y vecinos para permisos no deducibles, pero es cierto, madre solo hay una y se la utiliza cuando la situación es más difícil, lo importante es poner cara de lastima y no repetir las enfermedades, lo del dengue, ahora lo recuerdo, fue una fiesta constante, en fin,
- Vaya, vaya, vaya nomás Agüero, ojala que no sea nada serio,
- Eso espero señor, volveré lo más rápido que me sea posible, gracias señor, muchas gracias... Tonto.

Pegadito al cordón estaba esperándome como siempre mi bello escarabajo, su rojo sangre limpiecito, sus enormes llantas que tan caras me habían salido, orgullo de su dueño, envidia de mis amigos y compañeros de trabajo, no es uno de esos escarabajos brasileros, es alemán, modelo 60, una belleza, disculpen, ya saben, soy como un padre orgulloso de su hijo, al sentarme dentro del auto me quite el celular que llevaba a la cintura, seguía apagado, quite y volví a poner la batería, y apreté el botón de encendido, comprobé que se haya activado, lo sacudí un poco para cerciorarme que no se vaya a apagar de nuevo y lo puse en el asiento del acompañante, algún día debiera de contarles las historias acontecidas en el pequeño y poco confortable interior de mi auto, mi bello auto.

Puse en marcha el auto y encendí la radio. El cielo estaba nublado, bonito día para morir pensé casi sin darme cuenta, luego, me asuste de lo pensado, no digas estupideces Edgar, me recrimine, esto debe de ser una broma, y de muy mal gusto, encendí un cigarrillo, que a estas alturas ya me hacia falta. Estaba en la tercera bocanada de humo cuando sonó el teléfono, lo primero que hice antes de contestar es mirar por la pantalla, maravilloso invento ese de mostrar quien llama para así poder esconderse un poco más de un acreedor iluso que cree poder cobrar tan fácil, siempre existen optimistas, o no tener uno que estar justificándose rápidamente por una cita no cumplida, en fin, mire la pantalla del teléfono, aparecía ningún numero, vacile un momento, el volumen del timbre aumentaba a cada instante, de pronto el verde del semáforo cambio a rojo, apreté el freno a fondo, el teléfono parecía gritar, la sacudida de la brusca frenada llevo mi pecho contra el volante, sonó la bocina del auto, no sé porque pero un frió recorrió mi espalda, me acomode en el asiento, y conteste, no sin miedo el teléfono.

- ¿Hola?
- ¡Edgar! ¡Miguel soy! ¿Qué te pasa, pareces asustado?
- En realidad no sé que me pasa, mi mente se nublo por un momento y casi paso un semáforo en rojo
- ¿Te vas para casa?
- Si, llame a la imprenta y allí me..
- Te dijeron que había muerto ¿Verdad?
- Miguel, para ser una broma tuya esto ya es mucho
- No, no es ninguna broma, cuando llegues a casa vas a comprobarlo
- Bueno, te voy a seguir el juego, si estas muerto pelotudo, como carajo llamas por teléfono,
- Yo que sé, tantas cosas ocurren en este mundo, mejor dicho en estos mundos que yo ni enterado
- ¡Pero como no vas a saber!
- Y acaso vos sabes como funciona una computadora y la usas todos los días
- ¡Cagada lo que decís Miguel! Déjate de boludear
- Vení rápido a casa y me vas a ver, tengo el traje que vos me prestaste para la graduación de tu hermana, creo que ya no te lo voy a devolver
- ¡Hey! Mi traje desgraciado, hace rato que te lo vengo pidiendo
- Te jodiste ya, a no ser que me quieras desnudar en el velatorio

El semáforo cambio a verde y yo seguía hablando, estruendo de bocinazos a mi espalda, metí el cambio en primera y apreté de más el acelerador, pobre motorcito, y después me quejo de ti, cambie a segunda y disminuí la aceleración para estabilizar las r.p.m del motor.

Espera un rato, le dije a Miguel como para aclarar mis pensamientos, volví a soltar el volante para cambiar de nuevo la marcha del auto a tercera;
- Espera, ahora contame bien, ya fuera de broma, que pasa, mira que yo te quiero mucho, vos sabes bien eso, mira que le mentí a mi jefe para salir a ver que es lo que pasa, y.. mentir al viejo no es nada, cuantas veces lo hice para salir a vagar con los muchachos, pero esta ves justo me felicito por un trabajo, esta vez me dio unos clientes importantes, le mentí, para ver que es lo que te pasa.¿Entendes?
- La puta viejo, estoy llorando, auque talvez sea un castigo esto de no tener lagrimas aquí, pero estoy llorando viejo,

- Miguel, tranquilízate amigo, tranquilízate,

- Talvez no comprendas, vos, que tenes el trabajo del que hablas ya cuando estábamos en 2° curso, desde allí me hablabas del trabajo que tenes ahora; 24 años contador publico, tu auto, tambien tu auto, recuerdo cuando me lo mostrabas en fotografía, también lo tenes, tu mamá todos los días te despierta y te prepara el desayuno, tu viejo te da dinero cuando le pedís, aunque vos por ahora casi ganas más que él, y de las chicas ni hablemos. Cada sábado que salíamos por allí era un nueva conquista, no tenes novia porque para que si podes cambiar de mujer las veces que sea, cuando entre tereré y tereré o cerveza y cerveza hablamos de mujeres , tu historia siempre es la misma, aunque cambien los nombres, aunque cambien los lugares y los hechos.

- ¡Hey! ahora venís a decirme que me tenes envidia ¿Qué es lo que insinúas?

- ¿Porque crees que me quedaba tantas veces en tu casa a dormir? Para esperar a que mamá nos sermone por la mañana mientras preparaba el desayuno, para escuchar a tu viejo darnos sus lecciones de vida hasta el hartazgo, para escucharte como hiciste para seducir a esa ultima chica. ¡Sé carajo te tenia envidia! Porque cuando nos conocimos en el segundo curso no éramos muy diferentes, nuestra situación no era muy diferente, recuerdo como rebotaste más de una vez cuando empezamos con el tema de las mujeres, recuerdo a Rosana poniéndote en ridículo con tu cartita leyéndola en voz alta en la clase, y no se como ni cuando, tus sueños se iban realizando primero imperceptiblemente, y luego sin darnos cuenta ni tu ni yo, tu estabas donde querías y yo donde nunca imagine.

Miguel, dije, o lo iba a decir cuando con el rabillo del ojo veo a mi izquierda una figura grande y austera, me hacia señales, yo no entendía nada, giro la cabeza en esa dirección y lo primero que noto son unos rayban de aviación. !Maldita sea!

Detengo el auto a la indicación de pare del oficial.

- ¡Buenos días!

Lo serán para usted pensé mientras devolvía el insípido saludo

- Registro por favor, ¿Usted sabe... señor Agüero leyó en mi registro, que esta prohibido hablar por teléfono celular mientras se conduce?

- Si disculpe oficial, lo que pasa es que tengo un..

- Apague el motor por favor

- Si, disculpe, es que tengo un problema en mi casa, a mi madre la acaban de llevar al hospital, y estaba hablando con mi hermana que va con ella

- Esa infracción esta considerada como falta grave en el reglamento de transito

Intentando ser discreto, busco un billete lo doblo, lo oculto en la palma, y doy un apretón de manos al agente.

- Disculpe usted oficial; es mi madre

- Esta bien dijo llevando la mano al bolsillo, aquí tiene su registro y por favor si va a seguir conversando detenga su automóvil.

- Gracias, le dije sin sentirlo mientras guardaba el registro

Más por obligación, volví al teléfono, pero este estaba apagado, maldita batería grite en vos alta.
Encendí de nuevo el aparato y me quede un rato esperando a que sonara, pero no paso nada.

Puse en marcha mi adorado automóvil, en dirección a la casa de Miguel.

Al doblar la esquina de su casa empecé a sudar frió, había una inesperada aglomeración de personas; ambas calzadas estaban ocupadas por automóviles, la cuadra y media que tuve que caminar desde donde estacione el auto hasta la entrada me parecieron kilómetros, respirar cada vez se me hacia más difícil, la cabeza se me hacia enorme.


Doña Ester su madre estaba llorando en el portón, recostada en los hombros de una mujer con apariencia de hermana mayor, yo pase a su costado pero no me reconoció, las palabras las tenia en el estomago, yo en realidad no quería hablar, por eso tampoco hice el esfuerzo de saludar

Para seguir caminando tenia que pensar dos veces cada paso, esto no puede ser, me decía, no puede ser

El ambiente en los velatorios es siempre el mismo; las conversaciones se escuchan como pasitos de hormigas amplificadas; criaturas corriendo o llorando nunca faltan. Don Esteban su padre estaba como ido, cubría la boca con una mano y miraba hacia el ataúd pero sin ver, sus ojos miraban para dentro como buscando explicaciones.

El salón empezó a quedarme pequeño, la gente parecía desaparecer a mí alrededor, pero no así sus voces que retumbaban cada vez más en mi cabeza, en mi cabeza, la cabeza se me hacia pesada como un mundo, Miguel estaba allí acostado con mi traje gris, el cabello rubio le caía hasta los hombros, perfecto el nudo de la corbata, nunca lo vi más elegante, ni en la fiesta de graduación, que ganas de torcerle el pescuezo, maldito infeliz, si no estuvieras muerto te mataba yo mismo

En ese instante sonó el celular, yo me sentí fuera de orbita, parecía mirar a las personas desde arriba, el celular seguía sonando, yo tenia miedo de contestar,

- Por favor mi hijo, respeta un poco, esto es un velatorio, me dijo una voz de vieja
- Disculpe señora, disculpe,

El celular seguía sonando, apreté SEND y fui a la calle a contestar

- ¿Y, después?
- ¡Ándate a la mil puta desgraciado de mierda!
- Tranquilo nomás Edgar ¿Te asustaste verdad?
- Que mierda hiciste Miguel, que mierda
- Metí la pata viejo, la metí feo
- Pero, ¿En qué estabas pensando?
- Y quería, te juro yo quería olvidarme de todo, descansar, pensé que esto seria como dormir sin soñar, la nada y nada más, pero no es así. Antes, el pasado me dolía, las cosas que no hice, las decisiones que no tome, me pesaban en el cuerpo, y el presente, ese presente que intentaba negar, fracasado en los estudios, me decía que era porque no me interesaba luego, que trabajaba en la imprenta de mi papá, porque tenia que cuidar el negocio y no tenia a nadie mejor que yo, que Leti no se decidiera, decía que era porque en verdad me quería y que solo tenia miedo, al igual que yo pero que mañana, si eso era lo único bueno que tenia el mañana, que mañana talvez seria diferente. Pero aquí Edgar, estoy atrapado entre el pasado y el presente, revivo a cada momento los tiempos que creía ya idos, los revivo a cada instante como en un presente pero sin futuro, esa luz pequeñita de esperanza que representaba el mañana, aquí no existe. El dolor del pasado frente a la posibilidad de que mañana sea diferente es mucho, te juro muchísimo más pequeño cuando sabes que ese mañana ya no existe, pasado en el presente sin futuro.
- La cagaste Miguel eso es lo único que yo te puedo decir, y me defraudaste mucho. Siempre hablando de injusticia social, que humanismo, que el sistema opresor, que de ver en los otros la libertad de uno y que sé yo cuantas cosas más, esas cosas de las que tu siempre hablabas, y de que yo al escucharlas me decía ¡ Carajo, que tipo tengo como amigo!, y ahora mira lo que hiciste, te juro que ese fue el acto de egoísmo más grande que alguien pueda cometer Miguel; el peor.
- Perdóname viejo, lo siento
- ¡Ándate al carajo! El que se suicida, es ese tipo que se cree tan importante que todo le parece poco todo hasta la vida misma por eso se la quieta, se dice: - Yo no necesito de nada ni de nadie, ni siquiera de la vida, yo me valgo solo.
- La cague viejo, la cague
- Y... ¿Qué vamos a hacer ahora?
- ¿Leti está?
- Si aquí esta
- Decile que la quiero, que por favor no me olvide
- No, no le digo nada
- ¿Porqué?
- Para que se sienta peor de lo que ya se siente, déjate de joder
- ¿Y mis viejos?
- Aquí bailando el mambo que compusiste
- Una mierda ¿verdad?, ¡Hey! Se me esta acabando el saldo si se corta ya sabes
- ¿Y que vas a hacer ahora Miguel?
- Y vivir mi pasado una y otra vez pero sin posibilidad de cambiar; se me va a cortar te llamo lue.....

Y la comunicación se corto, yo apague el celular, fui hasta doña Ester, me abrazo con fuerza y se puso a llorar, fui hasta Don Esteban, nos dimos las manos, los hombres siempre que podemos intentamos no llorar, pero esta vez ninguno de los dos pudo. Fui hasta Leti, sentadita ella en una esquina, seque sus lagrimas con mis dedos, ella alzo su rostro hasta mí

- Ayer estuve con él
- Losé
- Me dijo que me amaba...
- Si tambien lo sé
- Yo le dije que no podía ser nada entre nosotros, le dije que estaba enamorada de otro
- No te preocupes mujer
- Pero no le dije que estaba enamorada de ti desde siempre
- No hacia falta pequeña, él ya lo sabía antes que vos y muchísimo antes que yo.

Texto agregado el 23-07-2005, y leído por 224 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
05-06-2006 me ha gustado. Original esa llamada del mas alla y no me ha resultado pesado para nada***** eslavida
01-08-2005 a ver.. anoté varias cosas mientras leía... 1º buena personificación de los objetos, hace mas entretenida la lectura de un texto tan largo... 2º es un detalle.. pero genial que pongas a las mujeres como algo importante! aunque haya sido medio en broma... 3º me queda la duda durante la mayoria del texto, la edad de ellos, para saber a qué atenerme... 4º carago = carajo ; y goder = joder...5º se veia venir desde un comienzo, que Leti estaba enamorada de Edgar.... 6º a pesar de todo eso, creo que llevas el texto con bastante ritmo, como te gusta hacerlo... me entretuve, y encontré ingenioso eso de que Miguel llamara desde "el mas allá" o desde el lugar que estuviese... besos!! LaviniaInNaturalibis
31-07-2005 Muy bueno!!! HoneyRocio
31-07-2005 - A mí que, le dije en broma. Miguel un muy buen amig.... Blah blah lo que sigue, weno esa es la pifia: A mí que - le dije en broma. Las acotaciones separadas por un guión, eso nomas... el resto, wow! buenísimo =) Xatu
23-07-2005 Muy bueno!, exelente,me mantuve atentaen toda la lectura :) babyx
 
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