Son alrededor de las 10 de la noche. Ya es hora. Estoy vestida para la ocasión, o como dirían otros " enseñando lo que tengo". Llegamos a un lugar, cerrado. Ya eran alrededor de las 10:30. Estaban todos allí. El local se separaba por: pista de baile, Zona de tragos, y zona de cerveza. Apenas entré, encendí un cigarrillo y me pedí una cerveza. Los cigarrillos siguieron pasando, pero yo dejé la cerveza para pasar al Ron. Los cigarrillos eran los mismos, ahora era tekila y el baile se hizo un antojo. Eran alrededor de las 12:00 y yo podría decir que pasé por todos los tragos de la barra. Me dirijí al baño, tambaleante. Regresé y me senté al costado de un amigo.
-¿Estás bien?
-No..No me siento bien
- Deberías vomitar
-Ya lo hice...
-Espera, no te muevas, te voy a traer agua.
Me fui a bailar un rato, recuerdo haber besado a un chico, depues de bailar largo tiempo con él. Recuerdo también que no me daba cuenta delo que estaba haciendo, hasta que alguien me tocó la espalda. Al voltear no vi a nadie, y sentí que era el mismo Señor Jesús, que me hacía ver la fatalidad de mis actos. Solo pude salir corriendo.
Me quedé sentada , no se por cuanto rato. Pero en este momento pude apreciar, desde otro punto de vista todo lo que pasaba a mi alrededor. A la derecha, chicas vomitaban. A la izquierda, chichas tomando y cayéndose de la ebriedad. Al frente, chikas casi inconcientes de lo que hacían, bailaban " perreo" y besaban a chicos que no conocian.
"¿Es esto a lo que Dios me llama?¿ Es esto acaso, lo que Dios quiere para mi? "
Solo necesité pocos minutos para darme cuenta de la gravedad de mis acciones. Luego llegó el agua, algo tarde. Agradezco a todos los que trataron de ayduarme esa noche, y perdón por no mencionarlos, ni tampoco mencionar todos los detalles de aquella noche atrós. Solo quiero decir, que esa es una de las noches que me gustaría olvidar, pero ala vez, recordar. Por que el Señor me hizo ver, que estoy llamada a algo grande y definitivamente no es a tomar hasta quedar inconciente.
Todo lo que he cambiado, me resulte impresionante, y no quiero volver atrás. Pido perdón a todos los que llegué a decepcionar aquel día. Le pido perdón al Señor también, por haberlo defraudado. Pero les juro a todos, ante de Dios, que voy a cambiar, para bien. |