TRES DESCRIPCIONES QUE NO FUERON TALES.
1. Una que otra madre esmerada se lo saca a la hora de lavar la loza. Sobre todo en las tardes de domingo, cuando el padre se duerme en posición de lectura, con los codos sobre la mesa, sosteniendo el diario de aroma fuerte y que puede llegar a manchar, a causa de la tinta todavía fresca y aullante, igual que la sangre reclamada por los buenos titulares.
A grosso modo, podríamos decir con toda propiedad que se trata de un círculo metálico. Simple y hasta "claro como una lámpara". Pero en todo lo sencillo hay trampa; no es cosa de llegar y hagan sus apuestas.
El anillo no da el menor indicio de un principio o de un final y, lo más inquietante, en su centro se refugia la nada. Por lo mismo, se asemeja a un laberinto en que es imposible encontrar la salida, única prueba de que la eternidad existe y es para siempre. Quizá en esto se base la costumbre de usarlos en el matrimonio, más allá de la idea de unidad u otra cursilería tal. Pero claro está, en condiciones normales para los esposos - o sea, cuando los kilos de más no han sido demasiados- es muy fácil extirpar este objeto del cuerpo, hasta para una actividad tan vana y vulgar como enjuagar los platos después del almuerzo. Hacerlo antes sería un verdadero crimen.
2. A pesar de tener muchas veces un origen noble, de maderas finas, la mesa ha sido rebajada al nivel de un animal cualquiera. Así, se considera muy sano, normal y hasta conveniente que ésta tenga cuatro o, en su defecto, tres patas, sobre todo cuando lo que se quiere no es disfrutar sobre ella de una alegre comida familiar o jugar una partida de ajedrez con caballos mal herrados, sino que derechamente comunicarse con los espíritus.
Vayamos a ver si algún perro o gato manco es capaz de prodigio semejante.
3. El diccionario es un objeto humilde y diabólico a la vez. Es un libro como cualquier otro, y como cualquier otro libro es diferente a todos los demás.
Según el diccionario, el diccionario "es un libro en que por orden alfabético se contienen y definen o explican todas las dicciones de uno o más idiomas".
Claro que esta definición intenta ocultar las estrellas con fuegos de artificio. Lo realmente portentoso es que en sus páginas encierra todo lo existente. Por tanto, lo que no tiene cabida en él, irremediablemente no existe. No hay que ser muy Heiddeger para darse cuenta del alcance de esta situación, ni haberse pasado un verano entero tratando de imaginar algo que no puede ser nombrado.
Así, este mamotreto pasa a convertirse en la verdadera Biblia, el único libro de libros. Sin embargo, es difícil leerlo como obra de arte, al contrario que la Biblia, la cual tiene algunos pasajes hermosos y hasta coherentes.
Algunos sospechan que el espectáculo estelar de los nihilistas en su intento por conquistar el mundo, será una quema trágica y masiva de diccionarios. La memoria es frágil, y en poco tiempo se cernirá sobre nosotros el imperio de la nada.
4. Si bien su vida es más corta que la del ser humano, a todas luces envejece más dignamente. No pierde el pelo ni mucho menos la cabeza como nosotros los hombres. Es más, se rebela y antes de expirar parece un verdadero punk - sobre todo hoy con las modernas cerdas de colores - harto de entrar tres o cuatro veces al día en la caverna fétida, húmeda y caliente de nuestra boca. Confían en que en otra vida nos tocará a nosotros hacer el trabajo sucio.
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