Hoy siento como mi mundo se hace trizas
cuando un violín escuchaba
con un llanto decía
cantinero dame otra copa
para calmar mi alma,
como que mi corazón
ya no fuera de piedra
sino de lava
y a cada latir suyo
lanzaba sangre a mí cuerpo
para calmar las penas,
penas de muerte,
penas de amor
y soledades amargas
de cantares descompuestos
de verdades maniatadas
de mentiras impostoras
que las incubren,
y yo al escuchar ahora
a Gloria Estephan
pido, exijo y creo
que usted mi amigo cantinero
debe llenar mi vaso
con ese vino hXc,
con ese vino viejo
para recordar
a mi musa amada
que no es otra que Johanna Parra
la señorita que ilumina mi vida
y luego me la quita,
me deja en tinieblas
al fondo de un abismo
destrozado y deshecho
y mi otro yo que veo
ya no llora el estar preso
sino que ríe por estar muerto
y vivir completamente
en un nuevo cielo
y ahí despierto
y noto que nada era cierto
excepto mi alma destrozada
por ti mi amada Johanna Parra.-