Hoy te miro a los ojos,
y encuentro que tu mirada es sincera,
llena de dulzura y ternura a la vez.
Siento algo tan grande por ti,
que habita en mi ser,
que habita en mi alma.
Observo que tus ojos me dan un respiro de amor y alegría,
que mi amor cada día es más tuyo y menos mío. Que mis pensares dicen tu nombre y
mis sentimientos llevan tu amor.
Algo en la vida me ha enseñado
a no darme por
vencido,
a no dar la espalda a las cosas que merezco, y como eres especial no he
pensado en darme por vencido, no lo haré, no lo haré...
Siento que eres la miel de mi vida,
diosa de mi ser.
Siento que eres la estrella
aquella de la que hablamos,
la estrella aquella que siempre esta en aquel lugar
y nunca se mueve.
Siempre estas allí cuando miro,
en las noches oscuras, al
cielo, allí estas tu...