Busco por mil caminos respuestas a mi vida, mas no logro encontrar nada que me diga "vale la pena seguir". Acaso es que no se en realidad lo que busco, o no busco por miedo a encontrar una realidad diferente a la que siempre he visto.
Por que siempre lo nuevo nos aterra, a veces tanto que preferimos buscar paz donde solo hay guerra, y amor donde hay odio, y compañía en medio de la soledad acompañada. Quiero cambiar mi rumbo y mi destino, pero las cadenas de mi pasado hacen duro el viaje. Como ser libre en medio de tu propio encierro? Como pedir ayuda, cuando eres tu mismo quien se vuelve tu verdugo.
Hoy con el rostro sucio por el paso de mis decisiones, con los pies cansado por el camino empedrado que decidí seguir, con los brazos rotos y desgastados de buscar quien los llene y los sostenga, y con las lagrimas recorriendo mi piel, no me queda mas que aceptar que he fallado, doblegar mi ego mal entendido y aceptar que solo soy un ser humano, con tantos errores como muchos otros y con tantas ganas de sentirse apoyada, comprendida y mas que nada acompañada en este caminar que solo Dios sabe a donde tengo que llegar.
Si, es mi decisión el camino que tomo y cuanto tiempo estoy dispuesta ha seguir en el. Hasta donde empiezo a entender que todas mis decisiones tienen precio y consecuencia, y que no hay marcha atrás.
Es cierto que el camino recorrido no se pisa dos veces, por agradable o frustrante que este sea, todo lo que nos queda de esto son recuerdos y enseñanza, que solo nosotros sabremos cuando, como, y si queremos utilizarla; aunque a veces es tan tortuoso el camino elegido, que el polvo siega la vista y los golpes y heridas nos duelen tanto que ahogan la mente y el alma, y no permiten apreciar todo aquello que hemos ganado, aun en las batallas perdidas.
(26.11.04) |