Palabras al viento.
Buscando una forma de hablarme a mi amada en este rincón tan incomunicado y tan inhóspito, me halle ahí, contemplando la planicie en donde me encontraba, sin mas que hacer. En eso se apareció y poco a poco se fue mostrando, hasta que por fin dejo ver todo su esplendor.
Yo lo veía en su invisibilidad, veía sus ropaje inexistente y sus colores imaginarios, danzando al compás de la música que las catarinas y las abejas creaban, por pareja tomo una flor y la hizo bailar, la revoloteaba en el infinito del horizonte, arriba y abajo, dando vueltas, una danza que armonizaba con el bello paisaje en el cual yo me encontraba ahora.
Al viento, al él le pediré que me ayude a entregar mis palabras de amor, pues el conocía todos los lugares del mundo, el que recorre diariamente los rincones mas inhóspitos como en donde estoy, el que hace danzar a los dientes de león, el que mueve las hojas de los árboles para que miles de pintores admiren su poder, a el al mayor navegante de la tierra le pediré su ayuda y así me comunicare con la persona que habita en mis mayores fantasías, a esa persona que no se puede escapar de mis pensamientos.
Tarea difícil seria hablarle, ¿cómo hacerlo? Fue mi interrogante, él no se rebajaría tan fácilmente a hablar con un simple mortal y menos para ayudarme, sin embargo lo que paso después me sorprendió.
Él hace tiempo que me había visto, así me lo hizo saber, y compartía mi melancolía, pues una persona sin amor no esta completa, y el amor es lo único que envidian los dioses de nosotros los humanos.
Es por eso que decidió ayudarme, pues no soportaba ver a alguien contemplando el horizonte con melancolía siendo que el avivaba el paisaje solo para goce de nosotros.
Escribí mi mensaje en la tierra, luego la tome y la arroje a la ráfaga que espera su mandado, la tierra se convertía en oro y el polvo dorado se unió con el viento y el cielo se volvió azul completamente, un paisaje azul con un toque de oro en el aire, que matizaba a pincelazos todo lo que recorría, así flores, árboles, montañas, y hasta nubes se tornaron del color de la esperanza de que un viajero llegara a alegrar a un chica partida por la soledad.
Así vi partir mi mensaje, con destinatario conocido y un tema bien abordado, pero nunca acabado y con el único fin de hacer sabe a esa chica que yo pienso en ella y que quiero hacerla feliz por encima de cualquier cosa.
Solo unos segundos pasaron, cuando un deseo de correr, de salir y yo mismo llenarme del color oro y azul como el horizonte a donde me dirigía.
Corrí lo mas rápido que pude y se que no corrí con mis piernas sino que algo me elevo para llegar mas pronto a alcanzar mi destino.
De pronto mi cuerpo se desmorono y tomo los elementos principales de los cuales estamos formados, carbono, nitrógeno, oxigeno, hidrogeno y algunos gases raros que siempre habían conformado mi ser, ahora se unieron al aire, mi alma seguir intacta y mis deseos de ser feliz seguían iguales, pero no era mas cuerpo, sino que ahora pertenecía o mas bien me alié con el viento, me mezcle con aquel aire de esperanza y de felicidad, me uní al viento en su recorrido por el mundo.
Así fue que recorrí lugares jamás conocidos por el hombre, puede tocar la maravillas de la naturaleza, volar con las mariposas, saltar barrancos y ayudar a las flores a encontrar a su pareja, todo eso que uno solo experimenta en sueños o en libros mágicos lo pude lograr, sin embargo sabia que si ahora era así, era por que tenia la tarea de entregar mi recado yo mismo.
Me entro mis palabras y me dijo otras muy sabias, para que pudiera llegar bien a mi destino.
Por fin arribe a la tierra de las playas enigmáticas, de los bosques susurrantes y de las montañas vigilantes y logre ver a esa chica, arropada con un vestido rojo, en su patio contemplando el tiempo, le dije, con el silencio del lugar
¿No me reconoces? Soy yo la brisa calida de mi corazón, el toque dulce de mis manos que pasan por tu cuerpo en estos momentos y sobre todo soy las palabras de mi alma.
He llegado hasta aquí para darte mi mensaje- le digo mientras circundo su ser.
Soy yo el que mueve tus cabellos para que muestres todo tu esplendor, soy ese que se refleja tus líneas perfectas.
Vengo a darte esto, y en el suelo aparece lo siguiente:
He dejado la melancolía y me unido a la esperanza de verte feliz y con ello ser un ente gozoso de saber que estas bien.
Mi recado para ti, esta frente a ti todo el tiempo te lo estaré dando, solo escucha el sonido de sus ramas cuando las mueve el viento, presta atención a las olas que son arrastradas en el mar, ahí escucharas mi mensaje, o cuando escuches el silbido del viento cuando pasa por las montañas, solo escucha con atención y encontraras mi voz.
Seguro ya sabes cuales son las palabras que escribí haya en el lugar de la tristeza, solo dos palabras escribí y deje que el viento te las dijera.
Habiendo echo eso me fui, y mi presencia borro lo que estaba en la tierra, de ahí me lleve unas lagrimas de mi amada , pues no pudo contenerse cuando vio dos palabras dibujadas con oro en la tierra: INIGUALABLE BELLEZA.
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