Fractales acercándose a esa cama ajena, cuerpos en movimiento, destello de colores, sentimiento de otredad, miedo, terrible miedo oscuro, mi cuerpo parece saber que se acercan dedos punzantes que con cada aproximación aceleran mi corazón, parezco estar sola pero no, en realidad, estas ahí sudando y temblando mi temblor, mis piernas entrelazadas con las tuyas, mis brazos rozando tu cabello, parece que ahora si el abismo se aproxima, no lo se pero mi alma se desprende y con el dolor que abandona ese cuerpo cicatrizado, transcurren días... días en los cuales pretendimos jugar, olvidar, mientras afuera los duraznos se caen sin que nadie lo note, las miradas ahora ausentes, me raspan, me asfixian, me lastiman, tú, no sé donde te quedaste, el cuerpo aún sigue ahí, pero tú, te perdiste te fuiste y no sé donde, tal vez solo te quedaste en el camino, tal vez regresaste a tu destino y el camino que cada vez parece mas extenso se diluye, no se reír, no se llorar, mis ojos y mi alma se han secado, mi sangre cada vez más fría se extiende por dentro como veneno que recorre cada sueño, cada recuerdo, me he caído y lo lamento tanto, no hay nada sagrado que me rescate que me haga voltear atrás, pues tras el colapso solo quise correr huir, el espectador se cansa se aburre, tantas actuaciones sin sentido sin realidad, la herida sangra, los fractales se mueven se pierden, el instante de mar, los delfines tratando de volar en la razón; quizás fue un error no existen puentes, ¡que demonios ocurre! Tengo frío y la función no termina, solo quiero descansar, no siempre entiendo que sucede, ahora este intervalo de tiempo lo comparto, pero en realidad siempre lo he estado compartiendo, esta absurda pesadilla, la melodía de mi olvido y la arena acaricia mis pies que me han perdonado, la espuma me abraza me hace el amor, me siento como la primera vez, hace mucho que no lo hacía (el amor) consigo tu sonrisa, mi favorita, abro los ojos y descubro el azul que me cubre, me arrulla, esas piernas han cambiado, ya no eres tú, estoy con otra persona, siempre lo he estado, tú tal vez no existes, el olor, la mirada, los escombros los reconozco, las palabras escurren entre mis muslos, sigue lloviendo parece infinito, en este instante que empiezo a expandirme, siento la cama la recuerdo no es ajena, es la nuestra, la recuerdo con esa cobija verde manchada de estigmas llenos de colores que dejaste, pues el cuadro lleno de óleo beso nuestra cama, y sonrío, tras el miedo, el temblor sigo ahí contigo, siento ganas de llorar, pues al parecer las cosas no son lo que suelen ser, y nada se olvida, nada se debe olvidar, no ha pasado el tiempo, me quede suspendida... hoy empecé y hoy terminé, mañana tal vez haga lo mismo, nacer ...morir y en ese intento, tratar de vivir.
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