desde las profundidades
clamo tu nombre
oh señor de las tinieblas.
arropame bajo tu manto
y aullenta mis quejidos
lejos de los oidos
de mi creador perdido.
trato de comprender el sonido
que se esconde tras el silencio
de una herida
hecha con palabras.
oh señor de las profundidades,
oh mi lord!
salvame de caer en el vacio
y ver mi cuerpo descender despacio
mi alma esta a tu disposicion,
yace en reposo
esperando tu señal.
la eternidad
no es mi codicia
solo dejame reinar a tu siniestra,
junto a ti
en la palestra
y nuestra lucha
rompera las barreras
del tiempo asesino
de la carne y sus pecados,
divino sabor,
oh tu señor
guiame por tu camino,
llevame por tu destino
oscuro y sombrio
de senderos y laberintos...