La era de los adolescentes light


El comportamiento de las nuevas generaciones se ha transformado. Los jóvenes se independizan ahora más tarde, no tienen ideología, son individualistas y no adquieren compromisos. Viven como adultos, pero sin responsabilidades.
Partiendo del concepto de adolescente, palabra que nos remite a la etapa intermedia entre la pubertad y la adultez, término concebido a mediados del siglo XX. Sin embargo, cada generación es distinta y por ende, cada una ha optado por formas de expresión particular, tomando en cuenta que la edad, sexo, raza, contexto social y religión son determinantes en los comportamientos de los adolescentes.
El fenómeno que se percibe en la sociedad actual es que, a diferencia de épocas anteriores, la adolescencia empieza antes y termina después, es decir, está precedida por una infancia más corta y seguida por una postadolescencia cada vez más larga. Asimismo, la conducta que priva es individualista y bien se puede resumir en una recurrente frase: “me vale”.
Algunos docentes del nivel medio-superior comentan que la falta de corrección, comunicación, carencias emocionales, modelos de conducta y sobre todo, de una familia a quien recurrir han transformado las formas de comportamiento de las nuevas generaciones adolescentes. Sin embargo, los padres de familia no deben cometer el error de intentar imponerse al adolescente en su travesía o privarles de experiencias imprescindibles para llegar a ser adultos responsables.

PROHIBIDO PROHIBIR

Los retos del crecimiento son diferentes a los de años atrás, porque antes los adolescentes eran rebeldes, contestatarios y buscaban una emancipación a más temprana edad, luchaban por sus espacios y se prevenían para el futuro. Actualmente le tienen miedo a la vida, no están preparados para enfrentarse a los problemas, deambulan sin preocuparse de nada ni de nadie y toda conducta que impone la ven como un síntoma de autoritarismo.
Vivimos la etapa de los adolescentes light, y digo light por su falta de compromiso, hermetismo, individualismo e incertidumbre por el futuro; actúan de esta manera por la falta de comunicación y contacto emocional con sus padres y es por eso que, los adolescentes no acatan las decisiones de los padres porque toda prohibición la visualizan como un símbolo de represión en contra de la libertad.

AUTORIDAD PATERNA

Sin embargo, las figuras de autoridad y sobre todo, en el ámbito familiar sin llegar al autoritarismo, es un medio excelente para educar porque de esa manera se evita que los menores tiendan a vivir de manera precipitada, de actuar como adultos, pero sin responsabilidades.
Es importante que los padres no traten de culpar a los amigos de sus hijos, ni a la sociedad en general de que las nuevas generaciones actúen de una manera que puede catalogarse de libertinaje ya que son los padres quienes al excluirlos de las decisiones familiares, dejarlos solos por mucho tiempo y no prepararlos para elegir la manera de aprovechar su tiempo libre, han sido los principales causantes.
El reto para los padres de familia e incluso para los profesores es ayudar a los adolescentes en los procesos de identificación personal, durante las crisis existenciales, para que aprendan a adaptarse al contexto social. Inclusive deben evitar generalizar, ya que cada caso es único.

ESTEREOTIPOS MASIVOS

Los estereotipos que los medios de comunicación proyectan pueden causar frustraciones personales que deriven en serios cuadros depresivos por la falta de identificación física con el personaje.
Muchos jóvenes se miran al espejo y no son capaces de asumir su estado de cambio. Les falta la autoestima, porque se han contaminado con la publicidad que los rodea. Por otra parte, la vida nocturna puede marcar también a esa edad ya que cada vez dificulta más las relaciones personales por la forma estrepitosa de la música de los antros, los excesos en bebidas y drogas. Gran parte de los adolescentes consumen sustancias ilícitas por la falta de preparación para enfrentar los problemas cotidianos, la carencia de comunicación y educación familiar, así como la soledad personal a la que se pueden confrontar.
Uno de los casos más recurrentes, es que los padres no se preocupan por los hijos (dónde, cuándo, con quién se reúnen y cómo se divierten) hasta que se ven envueltos en un accidente o desgracia menor, lo cual también repercute en su forma de comportamiento.

CUANDO ABANDONAN EL NIDO

Algunos padres que han tenido una infancia difícil intentan proyectarse en sus hijos y buscan para ellos lo mejor, pero sin contar con su opinión. Es por eso que la adolescencia prolongada, impide la emancipación. Los jóvenes necesitan salir del nido y para ello, los padres deben tener una mayor comunicación interpersonal con los hijos para evitar que la decadencia juvenil continúe. A los adolescentes se les debe enseñar a no tenerle miedo a la vida.