¡GRANDE EL 10!
Esta es la historia de un niño que hacía rodar sus redondas ilusiones, sus brillantes esperanzas, sobre un potrero abandonado por la justicia social. De un niño-estrella guiado por su intuición y por su convicción. Es la historia de un mago pequeño que soñaba jugar un Mundial... El chico crecía y seguía viviendo, mitad en su miseria, mitad en sus sueños. Pero, a fuerza de garra e ilusión, de fe y pasión, de ganas forjadas en su interior, luchó a puro pulmón, y llegó a un Mundial... (A varios Mundiales, como ninguno). Levantó copas y trofeos; fue el gallardo Capitán que imprimió siempre la confianza en sus compañeros. Con estrategia e inteligencia, con jugadas geniales, derrotó a los más duros rivales. Todo, desde su valioso y generoso corazón. Hizo esperanzar, llorar, festejar y celebrar a su hinchada. Este era un especial mago que, desde su pobre galera infantil, sacó sueños y goles maravillosos que pusieron a todo un país de pie, varias veces... Y, no era sólo fútbol lo que hacía, era magia de la más pura y perfecta, llena de fantasía, arrojo y genialidad...
Pero, un día (porque pocas historias tienen un final feliz), llegaron los podridos y se le arrimaron; lo siguieron, lo acosaron, lo infestaron, lo pudrieron, lo arruinaron... Luego que lo enterraron, a él y a sus sueños, unos hipócritas, escudados detrás de corbatas de cartón, con más droga encima que la de él, con más vicios que los de él, lo condenaron, lo enlodaron, lo ensuciaron; y, tras una cortina de mendaz cinismo y “decencia”, ministros, políticos y personeros públicos que nunca mojaron la camiseta por su país como la mojó él, lo abandonaron a sus problemas y a su desesperación. Mas nunca, mercenarios, sicarios del mal, matarán al Pibe de Oro, al Grande, Diego Armando Maradona.
Salve Capitán; la magia y los sueños que tuviste quedarán siempre en nuestros corazones.
María Luisa Landman R.
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