LA PARADOJA I

Estoy palpando el límite de mi historia.
Ya es incurable. Como cuanto amo.

Cuanto amo, no importa,
debo quedármelo,
cantarlo pero no decirlo.
Sufrirlo y no ahogarlo
¿qué más podría guardar?
¿cuánto más podría amar?
¿cuál es el límite del silencio?
¿a quién culpar cuando todo esto
se apague y nos convierta en entes?

Veo que ya no quiere respirar mi aire,
veo que ya no quiere que lo cuide
veo que ya no quiere que le desnude el alma,
ni sentirse niño conmigo,
ni cantar entre sueños y matices...

El amor,
al igual que amor
es odio
El espejo
lo puede comprobar...

Ahora comprendo en parte lo que es autodestruirse
en mente y en alma.

Desalmar...se.

Desenmascarar...se.

Desempolvar...se.

Tomar lo que haya en el camino,
tomar la vida con las manos,
mirarla,
despedazarla lenta y calladamente
con todos los sentidos,
incluso los que dejamos en desuso,
incluso los mas violentos

¿Es esto en lo que ponemos toda nuestra inteligencia,
nuestra viveza,
nuestra sutileza y nuestra energía?

... Y así estamos...

... así estamos ....