Sentado a la vera de aquella casa vieja, dueña de todos mis sueños, intente explicarle quien eras en verdad, para que ella dijera si en realidad eras un sueño.
Cuando busque tus ojos, los encontre en aquel hermoso sol que todas las mañanas me levanta, y en el brillo incesante de aquellas estrellas que en las noches frias de mi ciudad me acompañan.
Cuando busque tus besos, los encontre en la tibiesa del agua de aquel riachuelo en las que sumergui mi boca para tocarte.
Busque tu piel, en la redondez de muchas frutas la encontre, tierna fragil y provocadora y un poco mas dulce que la misma miel.
Busque tus caricias, y el vientos timidamente se adentro en mi ser y dejo alli la suavidad de tus manos.
Cuando busque tu cuerpo lo encontre enredado en la calor inconfundible de mis sabanas, ese calor que me arrulla en las noches de frio y que me retiene cuando despierto en las mañanas.
Cuando busque tu voz, se unieron los pajaros, el caminar del riachuelo y del viento, mas aun se unieron a ellos la paz y el silencio.
Cuando busque tu amor, mis manos me señalaban con algo de dureza, toda la energia que habian perdido, pero lo hermoso que habia sido cuando se habian tendido a ayudar a un amigo.
No solo eres un cuerpo de mujer, estas en mis dias , en mis noches, en mis sueños y en mi piel, como na habria de decir que te quiero, si aun dormido calientas mi alma y mi cuerpo para dejarme impregando de ese sabor eterno, sabor eterno que tiene todo, todo lo que tiene vida. |