Mientras espero la noche traviesa, impaciente por los brazos de un ser azul, que llegara atrapando mi cintura, y juntos sigamos conociendo nuestros mundos…estoy en mi ventana, recibiendo el aire fresco por cada momento que respiro, escucho los relámpagos de una tormenta que se acerca y acaricia con sus destellos mis pupilas, el estruendo, es melodía para mis oídos…el cielo esta gris, pequeñas chispas de luna transparente, caen sobre la tierra…durante este espacio de tierna paz, cierro los ojos, al mismo tiempo siento el pequeño suspiro de un aleteo…son las alas de una maga que ha llegado a visitarme.

Se acerca a mi hombro y se recuesta en mi piel, la noto triste, y pregunto; ¿Por qué esas alas están casi destrozadas?, -es como si alguien las hubiera intentado arrancar de su espalda-; la pequeña maga, quien se dice ser, solo una aprendiz, se pone de pie y se acerca a mi oído, me comenta que esta enamorada de un sauce…un árbol que gusta de la oscuridad con la luna llena y que no percibe la grandeza de sus ojos cuando lo mira, ni escucha los conjuros de miel que le ofrecen sus labios, se siente sola, porque este ser la ha atrapado y ha intentado escapar de sus ramas, es por eso, que sus alas están lastimadas; no puedo negar, que al escuchar todo esto, es como si me hubieran disparado un grito de eco hacia el recuerdo…y comprendí perfectamente su agonía.

La pequeña, me seguía platicando con esos ojitos que soltaban lagrimas de hada, del intento que hizo por proteger sus mas preciados tesoros; sus manos, sus alas, sus ojos y su ombligo…que no solo esta encarcelada por las ramas de aquel sauce, sino por el abismo de tristeza que todo esto le ocasiona, recuerda como lo tenia guardado en una cajita azul, de su primer encuentro con él, en un aquelarre y como hechizo su corazón de maga. Y, a pesar de todo esto… esta indecisa, sobre que ofrendarle por su milenaria vida…

Ella ha pensado enviarle, mediante un conjuro de sueños, una bolsita de estrellas, para aminorar un poco su melancolía, pero le he propuesto, que por ser un árbol noctámbulo, le regale algunos reflejos de luna que un ser azul me ha regalado; acompañadas con una nube para que pueda viajar a los lugares que desee y se sienta mucho mas libre, así, durante su camino, vaya olvidando aquellas soledades y al regresar, este mas despierto con la frescura de todo el peso perdido, y apreciar el brillo que le ofrecen unas alas mágicas, unos labios que lo anhelan para entregarle todo un conjuro de besos y caricias.

La maga, movió sus alitas, y decidió salir en busca de las faldas de la noche, para hacerse un vestido y con los cabellos de la luna se hará un cinturón, e ira visitar al sauce… pero esta vez, él la admirara con su mágico atuendo hecho especialmente para invocar su mirada y caricias para regalar.

Toc toc…¿Hija?...te buscan.

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