Inicio / Cuenteros Locales / ereius / Reencuentro (Parte 1)
Puedes pasar. Siéntate y sírvete algo de beber. Gracias. Hacía ya mucho tiempo que no me visitabas, empezaba a extrañarte. Me gustaba conversar contigo de la vida y de la muerte. Hacerte preguntas dudosas y que respondieras con evasivas. Me gustaba jugar al ajedrez. ¿Has practicado durante este tiempo? He andado muy liado, ya sabes cómo es mi trabajo. Lo sé. Pausa. ¿Has visto la luna esta noche? Está nublada. No te preguntaba eso. La vi mientras venía. ¿Qué te dijo? Que no lo hiciera. Entiendo. ¿Cómo está ella? Ya lo sabes. No, dímelo tú. Ha vuelto. Una pausa intensa precede a un estallido. Ambos se miran, no pestañean. El caballero de negro se dirige al ventanal. Fausto le sigue con la mirada. ¿Lo esperabas? Tal vez. ¿Lo deseabas? ¿Por qué haces preguntas cuyas respuestas ya conoces? Porque me gusta oírlo de tus labios. Está bien, sí, lo deseaba. Lo sabía. ¿Por qué? Ya lo sabes, tú lo pediste. No siempre basta con eso. En esta ocasión, bastó. ¿Dónde está el truco? No hay truco. Siempre lo hay. Esta vez no. Mientes. Tú también. ¿En qué miento yo? Dijiste que lo deseabas y no es cierto. ¿Quién te crees que…? Lo sabes, no me hagas tener que explicártelo. Está bien. ¿Cuándo la veré? Antes o después. Dímelo. Ya sabes cómo funciona esto. También sabes tú cómo soy, así que responde. Puede que dentro de poco. ¿Es hermosa? Tanto como recordabas. ¿Me recuerda ella a mí? Eso mejor deberías preguntárselo personalmente. Lo haré. Sé que lo harás. De acuerdo. Deberías servirte un trago, te hará bien. No bebo. Antes no decías lo mismo. Antes estaba jugando. ¿Has vuelto sólo para avisarme de su vuelta? No. ¿Qué quieres? A ti. ¿Qué esperas que haga? Espero que seas yo. Nunca seré como tú. Lo fuiste una vez. He estado muerto. Yo también. No me vengas con tonterías, tú eres la misma muerte. Es sólo uno de mis nombres, aunque prefiero Mefistófeles. ¿Por qué? Suena más humano, ¿No te parece? Suena de la misma forma que Diablo. Eso es porque me conoces. Pensaba que te conocía. Tras la ventana Fausto contempla la noche. Suspira y habla sin mirar a ninguna parte. ¿Qué debo hacer? Pecar. ¿Sólo eso? Elévalo al máximo exponente y tendrás la solución. Debes pecar de corazón. ¿Cómo? Querido Fausto, no hagas preguntas cuyas respuestas ya conoces. ¿Por eso ha vuelto? Silencio. El justo castigo. Para el justo pecador, sí. ¿Cuando será? Mefistófeles empieza a caminar hacia la puerta con una sonrisa en sus labios. Antes o después amigo mío, antes o después. |
Texto agregado el 18-07-2005, y leído por 145
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Lectores Opinan |
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11-09-2005 |
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No mueras... quiero leerte. twilight |
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