El inconsciente muchas veces desea cosas que no sabemos con exactitud, la verdad es que cuando las muestra frente a nosotros y apelamos a la razón, podremos vislumbrar que las hemos omitido del actuar, por una cláusula ética. Una vez que entramos en un estado alterado y tratamos de llevar a cabo “el deseo”. Podemos notar, que aquel ser oprimido por si mismo que formamos, puede estar viviendo una verdad errónea.

Lo terrible es que en aquel momento en que nuestro conciente esta frente a la barrera, algo del conocimiento se pierde transformándose en una especie de sueño, claro que siempre en primera persona.

El alcohol, según esto, parecería una gran forma de conocerse, sin embargo, debemos reconocer que muchas veces lo que esta fuera de la ética, permanece ahí por algo. Estamos parados aquí, en un mundo dominado por la razón, y no por la poesía que en nuestro cerebro nace dos centímetros más a la derecha que el instinto. Estamos en un mundo racional, y por eso las actitudes de nuestro inconsciente serán poco apreciadas por la audiencia.

Pero, como saber lo que uno siente por las personas, si aquel sentir esta restringido. Como un ejemplo podemos decir, que uno aunque se desligue casi por completo de la razón siempre esta seudo conciente de lo que hace.

“Un hombre que golpea a su esposa”.

Un hombre que a respetado por veinte años sin decirle un garabato quedándose silencioso frente a las amenazas de ella, inconscientemente la odia, y por tal razón una vez que su ética se debilite pertenece mas a la lógica que a la razón lo que podría pasar