Para Pablo



Ese día acabábamos de comer pollo y comenzábamos a fumar para estimular el colon, era una especie de pacto que nadie deseaba romper. De a uno fueron ocupando el baño, yo fui el último, el que huele la cagada de todos. Saqué una botella de vino que había destapado la semana anterior; estaba amargo. Ellos lo bebieron, algunos se desabrocharon el botón del pantalón, yo fui a mear, el baño aun tenia olor a mierda, abrí la ventana. En el departamento de enfrente una mujer desnuda se paseaba buscando algo, me calenté y aproveche que estaba la tapa arriba para masturbarme.

Ta, ta, ta.

- Weon tai bien,…que te pasa, ya llevaí media hora en el baño, otros también queremos mear.

No alcance a irme, tomé el cepillo de dientes de Andrés y me lo frote en las bolas.

- Ya weon entra, tanto escándalo que así.

De afuera se escucho como meaba y luego se lavaba los dientes.
Saqué un par de lucas de mi pieza y fui a comprar cerveza, teníamos que estudiar toda la noche, y eran recién las una de la tarde.
Al llegar Pablo me dijo que era un conchesumadre, yo pregunte porque, a lo que el contesto—hacete el weon ahora, mi cepillo tenía el medio pendejo y me lo trague—todos reían menos Pablo, le ofrecí una cerveza la tomo rápido y se fue.
Yo me senté en un sillón rojo y me tomé los cocos; me ardían con la pasta de dientes. Al cabo de unos quince minutos fui al baño y los remoje en agua.
A eso de las tres pedimos una pizza, Pablo aun no llegaba. Después de almorzar fui a lavarme los dientes, pero pensando un momento, Pablo quizás que había hecho con mi cepillo, así que solo me eche pasta en la boca, cuando escupí un hilo que no era baba me quedo colgando en la boca. Pablo si lees esta wea…te voy a sacar la cresta maricón.