TE NECESITO... COMO SIEMPRE
¿Sabes quién eres? ¿Puedes oirme?
sintiéndote una vez más
El aire, el agua, el alimento...
¿qué son estas cosas si no estás a mi lado?
Siento el frío como penetra mis huesos.
Y como mi alma se congela en la tempestad. Cada día muero un poco más, en cruel espera eterna. La espera de un mañana diferente, en que las heridas de mi corazón dejen de ser.
Dejarán de ser sí...
lo creo y lo espero, porque es mi único consuelo.
Y no será mi alma esclava una vez más de los designios del tiempo, cuando ahora digo: "Sólo el tiempo dirá".
Pruebas de fuego, hornos ardientes de soledad.
Crueles y amargas noches, en mi cama,
donde mi mente navega y pretende llegar a la bahía de tu compasión.
Mis sentimientos te llaman como un bebé indefenso a su madre.
Mi interior está vacío a causa de tu ausencia. Por el silencio de mi amor... cada vez que te veo me sangran los ojos, y mi corazón no deja de saltar. No puedo dejar de emocionarme, en lo oscuro de mi habitación, junto a sus secretos quietos de medianoche. Tú.
Mi piel se desgarra y cae seca al suelo. Cuando no te veo, sea un instante eterno o insignificantemente pequeño, mis abundancias se acaban, mis venas se comprimen, y mi sangre se agota. Y así nada soy, para nadie, ni para nada; una pluma agitándose en el viento, sin rumbo.
Si me duele el corazón, es en su programación. Dolores ocultos entre códigos encriptados que nadie puede decifrar, ni preveer. Necesito algo, te necesito para algo, ¿para algo vivo? ¿Por qué pues no puedo amarte?
Deseperación que se repite como una vida cíclica.
Amargura y dependencia que me sofoca.
Deseos de amar la libertad y la independencia...
vislumbres sinceros de días de paz.
Vengo y vuelvo para hacer las mismas locuras.
Tonterias para una mentalidad mecánica y razonable.
Incomprensibles sensaciones que por tí arden en mi estómago...
como brasas calientes sobre los nervios.
Días como estos... yo ya los he vivido. Y si me preguntan si he madurado... todavía estoy en medio de la locura.
Y si he de mirar al pasado con frialdad una amplia gama de emociones se repiten como si fueran incapaces de sentir otras cosas, pero cada día me soprende lo estúpido que puedo llegar a ser. Y esto en el futuro, me será totalmente desconocido.
¿Qué necesito para cambiar el mundo? TODO. ¿Qué necesito para ser felíz y nada más? Sólo te necesito a tí... y a nadie más.
Rogando y orando por un milagro...
oscuro y espeso llanto,
mi voz se vuelve muda...
y mi mente parlanchina.
Rogando y orando por un milagro...
que salve mi alma de este dañino peligro,
y que de a mi prisión una salida...
rompiendo los barrotes de la soledad, de la desilución, de la esclavitud, del GEMIR.
Rogando y orando por un milagro...
estoy orando y rogando por un milagro...
por lo que necesito...
¡TÚ!
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