Una tecla de más y la melodía cambia,
caen los negativos de una sonrisa hechos trizas
y el disco gira prendido a mi globo ocular hasta el mareo y sus sustancias.
Alguien me acerca una bolsa de nylon para que las encierre,
lo hago y soplo y soplo hasta la inanición más patética
aplaudo la oportuna intervención de mis amigos y la bolsa revienta
esparciendo toda la humedad de mis secretos por el cuarto.
Alguien se tapa los ojos con la última hoja del otoño,
éstos caen y rebotan por el piso como dos bolitas de goma,
sin concursos ni sorteos.
Texto agregado el 17-07-2005, y leído por 108
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
28-07-2005
Me provoco angustia, loca angustia, esa que nos hace alucinar... leticia