LA LUZ QUE SE DERRAMA

No eres más que la lluvia
cayendo siempre sobre la sombra de las cosas.
Leve rumor en el aire de imaginarias cuerdas
bendito tañer de tus manos sobre mi corazón enmohecido,
trivial arritmia del amor y su pecado
no eres más que eso y lo eres todo.
Las fotografías me traen en la penumbra
el calor que fue contigo en la media luz de los recuerdos,
cuando cicatrizabas tu boca en cada beso
abandonando tus heridas por los callejones de la nada.
Pienso en todo esto con mis venas inconclusas,
oyendo los estertores de la noche
a punto de morir
a causa de la luz que se derrama y no coagula