-¿qué has hecho?, le preguntan
-me lo pregunta guillermo paz, piensas un segundo, -o mismo que esa botella, solo existo.
-no eres profundo imbecil, ya wey, la vida no te necesita.
- Pq hablamos de esto, no deberiamos de estar en algun parque platicando sobre las viejas que pasan o en algun anthro tirandola, pero en vez estamos en el pinche inferno wey.
- Ya se, pero que le vamos a hacer.
- Estamos muertos, que tal si hablamos con el Diablo y que nos deje quedarnos un rato más en la Tierra.
- No va a dejarnos.
- Bato, fijate bien, tenemos todo.
- Hay que cambiarselo por nada
- Me la pelas, callate, no sabes nada de eso.
En eso se callaron por un largo tiempo y siguieron viendo la nada, no se podia describir de una manera ma tosca que el enfrentamiento de lo tangible y lo posible, eso puede ser la nada, una pelea entre 2 casas, que quieren tirar a cualquiera que lo guste. Entre la nada y su existencia solo existe ese pequeño camino donde los pros caminan sin tener plena remisión. No ha habido necesidad de que alguien vea la luz en un alboroto creado por Jupiter y maldecido por la Diana.
Mientras ambos se discuten en sus cabezas lo que es la perdicción o si pueden con sigo mismos enfrentar un prejuicio propio antes de refrendar lo que saben de si mismos porque es menos inteliegente y más sabio el que muere sin pecado.
Entre ese solititud podía aparecer Goethe y reflejar sus condolencias y soñar con aparatos de mala vida, no tiene por que quitarse el sombrero ante ese pensamiento, una imaginación es más inutil si el pensador que imagina esa la esta viviendo.
Ahora para donde llevaras lo que has conquistado, el cielo es para los que traen una dimension diferente en el corazón. No hay amor en ese lugar donde ambos estaban escuchando el sonar de sus sentencias de su vida. No tenian de que asombrarse porque uno veia lo que el otro deseaba. Uno que realmente ama lo que entiende en el futuro no tendra hambre ni dolor, mala excepción.
Si todos fueramos como ellos fueron, en esa oscuridad recordaran cada instante de lo intangible si al mover su cuerpo o saborear una melodia, pudieran tocar el cielo no encontrasen nada de lo normal o vivieran de lo común entre personas que sienten lo mismo. Un movimiento de llamadores de atención que desea sorprenderse.
- Pendejo.
- Callate.
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