Te miro, te observo cada vez que apareces.
Cada detalle es nuevo y al pasar las horas cada vez me impacto más.
Te miro y no creo lo que veo; sinceramente aún no sé como no has cambiado tu nombre, tu hogar, tus cosas...todo.
cada vez que te veo, siento pena y sorpresa porque cada vez siento que estas más lejos; aunque sólo te vea a metros(físicos) de mi.
Me extraña tu pelo, tu figura, tu mirada distante, la forma en que me miras, la manera en que buscas descubrir que es lo que hay dentro de mis ojos.
Cada vez que te miro, siento miedo y a veces quisiera tapar mis ojos y detener esta tortura, pero la verdad es que es inevitable, el tiempo se fue y no hay tiempo atrás, no hay retorno.
Trato de acercar mis manos hacia ti, de sentirte, de convertirte en algo tangible, pero temo, temo que seas un espejismo, una simple proyección de mi mente, o tal vez de mis anhelos.
Hola extraña!!, asi te saludaba cada mañana, en realidad así lo hacía hasta que se volvio real, tan real que quise llorar, fue como despertar de un profundo sueño y verte allí, sin que el tiempo perdonara o suavizara sus pasos en tus manos, en tu boca y en tus maneras.
Me esfuerzo y trato de recordar donde fue que dejé así, pensando que te quedarias alli por siempre para mi.
Y aunque ya no siento más que sorpresa al ver que cada día eres más real de lo que desearía, cada vez me despierto(por que cuando me duermo lo olvido) tengo que mirarte nuevamente y explicarme que lo que hay en el espejo no es otra persona, si no que soy yo...luego de vivir algunos años de mi vida. |