UNA CONMOVEDORA VISIÓN

Anoche tuve una rara y conmovedora visión.

De pronto estaba en una ciudad futurista de deslumbrante belleza, con un alto desarrollo tecnológico, donde se imponía el mapeo genético, la utilización de todo tipo de súper materiales, las fuentes de energía de alta densidad que alimentaban la ciudad y los hogares, la televisión digitad de alta definición, los procesos de fabricación inteligente con el uso cada vez más frecuentes de robots que reemplazaban a los obreros, la miniaturización, todos los vehículos tenían combustión híbrida, el edu-entretenimiento para los niños y los tratamientos médicos con toda gama de productos contra el envejecimiento, por lo cual era posible retroceder en la senectud sino hasta la infancia y la juventud, si hasta muchos años atrás, hasta me tocó ver a un anciano venerable de unos 99 años, que se tomaba unas píldoras de color zapote y empezaba a contar 99-98-97-96-95-94-93-92-91-90, hasta parar en 55, porque su reloj biológico no le daba para más, sin embargo habían ciertas claves descifradas pero ocultas del mapa genético que se buscaban en la tierra y en el mar, el sabio Argamedón Platisterio, había descubierto las claves pero por una razón desconocida no las había compartido con las autoridades ni con nadie, las enterró en un cofre, en algún lugar de la tierra otros decían que en el fondo del mar, el caso era que estas claves hoy por hoy se buscaban con la misma intensidad con las que se buscaron la piedra filosofal o el santo grial en la antigüedad.

Yo era uno de esos buscadores y después de escudriñar por años las entrañas del mar siguiendo la fórmula secreta de los antiguos alquimistas

“Como es arriba es abajo
Como es afuera es adentro
Como es lo grande es lo pequeño
Como es lo pequeño es lo grande
Como es adentro es afuera
Como es abajo es arriba”

Había dado con el gran tesoro, un cofre milenario que encontré en un barco pirata abandonado contenía con explicaciones didácticas de una claridad meridiana, todo lo que faltaba saber sobre el mapa genético de todos los animales incluyendo al más animal de todos, digo esto porque es el único que destruye su hábitat y hace la guerra: El hombre

Radiante avanzaba apretando contra mi corazón como si fuesen mis poesías el cofre que contenía todos los misterios del ADN de los humanos, pensaba como se iba a revolucionar el mundo de la medicina, atacar las enfermedades para un médico iba a ser tan sencillo como para el constructor reemplazar los vidrios quebrados de una ventana por vidrios nuevos, así se podrían sustituir los aminoácidos malos y el paciente restaurado, tendría una nueva y verdadera calidad de vida, pensaba alegre hasta el paroxismo que mi hallazgo eran de las misma proporciones que encontrar el santo grial, el cáliz donde bebió por última vez su sangre Jesucristo o la piedra filosofal, que convertía todos los metales en oro, lo que tenía entre mis manos era más valioso que el oro en polvo, no iba ser egoísta con todo el mundo compartiría mi hallazgo trascendental, porque en realidad no me pertenecía, era de toda la humanidad, pero en el camino hacia las autoridades médicas, me hallé con un obrero desempleado, tras de él iba su esposa con los labios pálidos por el hambre, acompañada de chicos harapientos que revelaban en su cara el hambre, esa nueva forma de terrorismo que campea en nuestras grandes ciudades, eran mendigos de las acera, que se acercaron a pedirme una moneda.

-Buen hombre no te daré una moneda pero compraré alimentos para ti y los tuyos, sin embargo veo que aún eres joven, puedes trabajar ¿porque no lo haces en ves de mendigar?
- Que pregunta tan cruel nadie me da trabajo y no solamente a mí sino a miles.

Al instante vi kilómetros y kilómetros de filas de harapientos y hambrientos, de madres desesperadas comiendo hierbas y raíces que daban a sus hijos, a los cuales se les veían los huesos y las costillas.

-No nos dan trabajo, porque en todas partes nos piden el mapa genético y saben que en pocos años vamos a enfermar, lo que hace que se descubrió el genoma humano, hay más desempleo, solamente los que logran variar su ADN, consiguen trabajo, pero eso es todavía muy costoso, yo personalmente no he podido modificar mis aminoácidos defectuosos..
Lo que hace que se descubrió y se puede manipular el ADN todos los empresarios pretenden que uno trabaje por la mística y no por la mastica.

El obrero desempleado, que pese al hambre no había perdido el sentido del humor remató diciendo:
- Hoy en día invierte más en pasajes Superman, que los empresarios en sus trabajadores.

Después de la terrible visión, pensando que el hambre es una sofisticada forma de terrorismo, estaba indeciso si entregar o no entregar a las autoridades médicas el cofre con todas las aclaraciones que faltaban sobre le genoma humano, o tomar la misma actitud, que ahora entendía de Argamedón Platisterio, cuando de manera extraña y sorpresiva me envolvió un torbellino, que me sacón no solamente de mi indecisión sino de la tierra, elevándome espectacularmente hacia las alturas, no sé si era un huracán bíblico o un tsunami del nuevo milenio, que de manera prodigiosa como si fuese una hoja al viento, me elevaba cual cometa, de pronto me percaté alarmado, que iba perdiendo altura y en caída libre descendía de nuevo hacia una superficie erosionada, castigada por un sol candente.
“Voy a aterrizar en la luna".

Pensé cuando caía aparatosamente, recordando la superficie de nuestro satélite natural, pero no era la luna donde llegaba, tampoco veía ya un trozo de firmamento porque estaba debajo de mi cama, en ese momento mi hermana llegó riéndose y le gritaba a mamá que se había levantado a despachar el desayuno.

-Mami, vení a ver este cuadro tan gracioso, Andrés seguramente sueña que está volando y otra vez se cayó de la cama.

William H Ramírez P
2005