Vivir tanto es una tortura te visto fallecer cien veces, el castigo a la eternidad
Soy viuda de cien amores, vivo en luto por tanta desgracia
El único culpable asesino es el tiempo, esta eternidad que mata todo lo que tiene que expirar en corto tiempo.

No pense que la eternidad fuese un castigo, el castigo de enterrar a todo lo que se quiere.

Nadie se libra de esa caja de madera de la que me libre teniendo que cargar el peso del tiempo que no pasa en mi.


Es terrible ser permanente cuando todo es temporal.
Todo pasa, todo cambia, varia y yo sigo aquí conservándome en formol, como una serpiente muerta que se arrastra por la vida, por que todo por lo que viví ya falleció.

Maldita eternidad, te llevas, todo menos mi vida.

Morí cien veces pero sigo aquí en el infierno terrenal, cargando culpas ajenas en vidas ajenas.


Este cuerpo se transfigura cada atardecer, rejuvenece en cada ocaso.
Y mi alma envejece en mi juventud, triste esta eterna vida que me toco vivir.

Envidio la vida de otros por que tiene final, en cambio en la eternidad no existe final, solo un sin fin de continuaciones.
Perversa situación la que me toco vivir, enterrare al mundo, a los astros, al cosmos hasta el fin de los fines tendré que vivir, por que la eternidad es infinita, incontable, engañosa y cruel
Fría y lejana
soy mortal de crianza y inmortal de nacimiento
Sea don o maldición, es mi realidad, mi eterna realidad.