Ayer desperté con la noticia de que al lado de la casa que actualmente habito, llegó la muerte y se instaló, se ha llevado a mi vecino, alguien que como seguramente nadie, la esperaba tan de repente, toco una puerta entes que la mía, y pienso ¿y si hubiera dado sólo dos pasos más y yo hubiese abierto la puerta como siempre?
Todo está muy concurrido, como nunca vienen decenas de personas a verle, incluso parte de esta familia se ha dedicado a visitarle para hacerle algo de compañía, ahora que como siempre y antes nunca, de nada sirve. "Las flores en vida", dice mi madre.
¿Cuantos habrían venido a tomar el café si me hubiese llevado a mí? ¿Quienes serían los que llevaran los cantos y las plegarias que ni yo me sé para variar? Prohibido reír, hacer relajo ni música escuchar, ¿cuan diferente hubiera sido todo si yo tomase su lugar?
Hoy, despierto con la noticia de que a una persona familiar le ha tocado anoche el turno, mientras yo intranquilo dormía, ¿y si hubiese entrado a mi habitación? ¿y tocado la puerta de mi cuarto entrando en mi cama? Siento que está rondando tan cerca que mañana me podría tocar a mí, pero algo pasa que es extraño, estuve deseando que los malditos y ruidosos vecinos guardaran silencio y nunca estuvo más concurrida pero callada esa antes escandalosa casa, y también desee que mi familiar dejara de fastidiarme, ¿será una forma de haber deseado sus muertes para tener lo que quiero, un poco de tranquilidad y silencio para a gusto pensar? Me asusta el pensarlo siquiera porque entonces...
Seguramente mañana morirá el que daño me hizo y hoy tanto recordé, la mujer que me dejó por otro y con tanto rencor invoqué, y aquellos que de mí se burlaron, recapitulando espero no tener en mis sucias manos este enorme pero fatal poder, porque entonces morirían demasiados... |