Es increible como hoy, a la hora de regalar, no pensamos nada más que en tiendas y compras (CONSUMISMO). Sí amig@s, sólo en TIENDAS. Y, yo la primera...porque es lo más fácil...
Os voy a contar, el origen de este cuento, que ahora plasmo en la pantalla.
Desde hace cuatro años, he cogido la "tonta manía" de escribir por las noches, sobre papel, todo lo que vivo y pienso, lo que hago y siento, lo que transformo e imagino,... desde mi incombustible mente utópica y fantasiosa.
Curiosamente, a través de un cuaderno y un lápiz, he ido rellenando infinidad de páginas escolares cuadriculadas, con líneas, en blanco...
Me he ido conociendo a través de las palabras que fluían por mi mano, mediante un lápiz.
Y, tras, dialogar diariamente conmigo misma, llegó un momento en que empecé a crear intentos de poemas, intentos de cuentos, intentos de cuestionamientos filosóficos, e intentos de estrategias didácticas fenomenales y creativas que podría aprovechar para mis alumnos-as (porque soy maestra, aunque interina, pero maestra vocacional de Educación Especial).
Tras experimentar con ello, me animé a crear señaladores de páginas personales, con frases de libro, que en algún momento regalé a mis amistades, con la idea de compartir con ellos, lo que realmente me llena: la comunicación constructiva mediante mensajes sencillos pero profundos y llenos de contenido y vida, recogidos de la realidad y desde la necesidad de transformarla.
Descubrí que cuando me comunicaba con email y con móvil, te sentías en algunos momentos cercana a la gente, pero seguía viviendo, con intensidad y emoción, la llegada de "cartas en sobre",esos ya casi olvidados fragmentos de VIDA, frutos del tiempo y del trabajo de una persona que valora lo importante que hoy es, pararse y reflexionar a la primera, de forma natural, sin borrar, sin eliminar las palabras o pensamientos que fluyen sin control de su mente y se plasman en el papel, bien mostrados explícitamente, bien, tachados pero presentes.
Me doy cuenta, que el papel y lápiz, HOY, necesita de un tiempo, de un parón, de un descanso en este mundo de velocidad imparable, que no siempre tenemos o, sencillamente, no buscamos o encontramos en nuestras vidas, como un tesoro que nadie puede tocar o romper. Y ya no digo, el expresar esto oralmente a las personas que ves a diario; transformar estos pensamientos, en palabras que fluyen de nuestras bocas y "tocan", de alguna forma, el corazón y las conciencias del otro-a.
Hoy me he planteado y me he puesto el firme propósito, de no visitar más tiendas, para buscar regalos.
Hoy me he propuesto, una nueva filosofía de vida que ya iba germinándose en mi interior, pero aún no salía.
Hoy he decidido, regalar palabras, conjugadas desde el cariño, en una sencilla hoja de papel, y nacidas de la punta de un lápiz de grafito.
Y quizás, regale junto a ellas, una humilde flor, planta u hoja, que, desde la Naturaleza, de color y forma especial, al mensaje.
Porque deseo volver a mis raíces; deseo retomar viejos tiempos donde poníamos caras a las palabras, y sentimientos a las uniones y enlaces entre ellas.
Hoy quiero ayudar, con mi humilde granito de arena, a seguir humanizando, mediante el papel y el lápiz, el mundo de la comunicación.
Porque no tod@s tienen ordenadores; y los cuentos y nuestros creativos y originales pensamientos, son regalos de la vida que han de llegar a todos-as y contribuir a poner sal y energía al mundo.
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