Llévenme a misa- grito la mujer, esposa de un benemérito nacional, tanteando el cuarto porque sus ojos estaban oscurecidos por los días que pasaron largos y se instalaron en sus venas- hay ya va a empezar otra vez abuela- le dijo su nieta que la encontró levantada- en esta casa no se va a misa- dijo- por eso quieren venir los demonios a llevarme- siguió diciendo la mujer, tenia el pelo encanecido y el rostro surcado de arrugas, un camisón blanco apenas le cubría el cuerpo desvencijado, - cuales demonios abuela, serán sus remordimientos lo que no la dejan- dijo ella tomándola del brazo, ella trataba de zafarse a toda costa- llévame ingrata, llévame- grito- que no la llevo a ninguna parte, usted ya no puede caminar abuela tiene mas de noventa años- y como estoy levantada pues no me ves o que?, claro que puedo caminar condenada, llévame- gruño, la tomo del brazo y la sentó en el borde de la cama, ella temblando y la mirada perdida parecía un desparpajo de si misma, así como se imaginaba se veía- haber pa que quiere un cura abuela?- le pregunto su nieta, una mujer de mirada vivaz y pelo oscuro, con la figura alta como un día lo había sido ella, - como para que atrevida pues para poder morir en paz- dijo ella- hay usted todavía no se va a morir- dijo ella resignada- entonces llévame de una vez a la iglesia que te cuesta- dijo ella- y quien va a ser de comer si me voy a perder el tiempo, no ve que tengo que llevarles la comida a mi papa y mi marido y mis hijos al potrero, usted no me ayuda a nada- dijo ella, la mujer insistía en levantarse- mire la voy a llevar al patio para que se siente en su mecedora y me deje en paz- hizo la intención de levantarla pero ella no se dejaba- no soltame condenada- grito- hay abuela es usted una caprichosa y una berrinchuda- le dijo- camine- - que no puedo caminar ingrata no me dijiste que no puedo caminar pues no camino y andate a cocinar floja que no haces nada- siguió gritando- hay dios mío con usted- dijo ella dejándola y metiendose a la cocina- total a nadie le importo- grito- en buena hora se fue a morir tu madre y dejarme aquí con esta víbora que tiene por hija, el cuarto estaba en penumbra y era casi medio día, se callo un momento mientras afanaba en ponerse unas alpargatas, se las coloco y se apoyo en la cama afanada en salir a la calle, se apoyo en la pared y llego hasta la puerta de la calle y trataba de abrir la aldaba desesperada, de un jirón la puerta se abrió de par en par y a pesar que no veía casi nada sintió la ráfaga de luz que la baño- llévenme a misa- volvió a gritar desesperada, con las manos extendidas tanteando la nada, la nieta salió de la cocina y fue a rescatarla de un bordo de tierra que seguramente iba a salir volando por los suelos- como va a salir así a la calle no le da vergüenza- le dijo mientras la metía casi a rastras, ella se ponía rígida pero la fuerza de la mujer termino por meterla - ya estuvo bueno si no se esta quieta la voy a amarrar- dijo la mujer perdiendo la paciencia- hay ignacia vos sos la peor de las hijas de mi hija, sos la mas mala y la que me ha odiado toda su vida- dijo sollozando. La mujer en el cuarto contiguo estaba probando el caldo que hacia en una olla familiar- hay abuela ya va a empezar con sus alucinaciones, que no me llamo ignacia soy lucia- dijo, la mujer se quedo callada y sus lagrimas se cortaron de repente- hay ignacia ahora te haces pasar por lucia viste que sos una alimaña- siguió diciendo desde su cama, resignada la mujer se acostó porque se había agitado debido a los episodios de huida que tuvo, cerro sus ojos y dormito un rato, la mujer entro con los platos servidos para que se fuera enfriando y los puso en la mesa, la observo en su cama y movió la cabeza- hay abuela- se dijo, pasados unos minutos se acerco a la cama para despertarla para que comiera- abuela despierte- le dijo moviéndola, la mujer abrió los ojos mudos- levántese vamos a comer- le dijo ayudándola a incorporarse- hay lucia soñé que la ignacia venia a esta casa y que no me quería llevar a la iglesia- dijo con la voz entrecortada, ella no le contesto nada- ya sabe que los domingo la llevo a misa, pero apenas es jueves- le dijo ella, se levanto y la ayudo a llegar a la mesa y la acomodo en su lugar- vos si que sos buena hija- le dijo, ella le tomo una de las manos- coma- le dijo.
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