Ponte a llorar sobre el diario que leyeron,
sobre los sueños de los que se burlaron,
sobre esa ingenuidad tuya que les provoca risa
-una risa que a ti te provoca asco, rabia, repulsión-
¿Sientes que te profanaron?
Las lágrimas que derramaste eran lágrimas de impotencia no de infelicidad.
Sólo pudiste caer de rodillas y pedir:
por favor, por favor Dios, sácame de aquí.
Texto agregado el 11-07-2005, y leído por 222
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Lectores Opinan
05-06-2006
y a mi tb.. y que sea rapido porfavor!!... jpepian