Suelo recordarlo, cuando mis sentidos se adormecen por un instante, al contacto con la vida, quizás porque es lo más parecido a lo que ella me hizo sentir.
Escondido bajo la eterna duda,discurría con su mayor enemigo,ignorando que el destino me haria su capricho.
Y llegó,frágil, delicada, me abandoné a su mirada,aferrándome a sus brazos,sintiendo su calor...era mía.
Temblando intente alcanzar sus labios,encontrando con tristeza,un susurro, una despedida y el fin de una pesadilla.
Detuvo con caricias mi pasión,abatió mi corazón,frenó su orgullo renunciando a su tesoro,cantó a la soledad, dejando mi cuerpo inerte rodeado de ansiedad, por haber sido suyo y no saberla amar.
|