Una caricia alertó mi cuerpo,
encendió la mecha
el calor de tu lengua...
me arrastras,
me impulsas en silencio
con sutil aroma:
asomas un invierno de ternura...
Me impeles, me dejas, me logras, te vás...
transpiras dulzura;
¿hechizo o herejía?
Soy para tí...
anda, derrama tu fuego en mí...
Texto agregado el 11-07-2005, y leído por 160
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